Por Andrew MacAskill y Alistair Smout
LONDRES (Reuters) - El ministro de asuntos Exteriores de Reino Unido, Boris Johnson, mostró el miércoles pocas señales de que vaya a modificar su dura posición respecto al Brexit en un discurso destinado a suavizar las preocupaciones de los votantes por el impacto económico de la salida del país de la UE.
Johnson está entre aquellos que quieren un Brexit más duro que alejaría a Reino Unido de la legislación de la UE y que le permitiría cerrar acuerdos comerciales con otros países de fuera del bloque.
Sin embargo, el gobierno conservador de la primera ministra Theresa May, al igual que el resto del país, continúa profundamente dividido respecto a la cuestión, según se acerca cada vez más la fecha oficial de salida, el 29 de marzo de 2019, y se encuentra en el punto de mira de las críticas por no ser más claro respecto a lo que quiere para el Brexit.
En el primero de una serie de discursos por parte de los ministros del gobierno llevados a cabo con el objetivo de eliminar divisiones, Johnson dijo que los beneficios de estar en el mercado único y unión aduanera de la UE "no son tan evidentes o irrefutables" como alegan sus partidarios.
Sin embargo, líderes del sector empresarial dijeron que el discurso de Johnson se quedó corto al no desvelar detalles sobre la relación futura de Reino Unido con el bloque de 27 naciones, que es con diferencia su mayor socio comercial.
Johnson, uno de los líderes de la campaña del "Leave" en el referéndum de 2016, dijo que el Brexit se trataba de democracia, no de hostilidad hacia el resto de Europa, añadiendo que Reino Unido continuaría abierta a la inmigración después de dejar la UE.