Por Guy Faulconbridge
LONDRES (Reuters) - El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se resistió el sábado a la demanda de los partidos de la oposición que le exigen que cese a su asesor, Dominic Cummings, quien viajó 400 kilómetros al norte de Inglaterra cuando su esposa presentaba síntomas de coronavirus.
Cummings, quien lideró en 2016 la campaña del Brexit antes del referendo en que Reino Unido decidió dejar la Unión Europea, viajó a la ciudad de Durham a finales de marzo, cuando se había impuesto un estricto confinamiento.
La oficina de Johnson dijo que Cummings realizó el viaje para asegurarse de que su hijo de 4 años recibiera los cuidados que requería, después de que su esposa fuera diagnosticada con COVID-19 y él quedara expuesto a enfermarse también.
"Me comporté razonablemente y actué de acuerdo con la ley", dijo Cummings a un grupo de periodistas frente a su casa. Consultado sobre si consideraría la renuncia a su puesto, dijo: "obviamente no". A continuación reprendió a los reporteros por no haber previsto el resultado del referendo del Brexit en 2016.
"Probablemente estéis tan en lo cierto al respecto de esta cuestión como lo estabais sobre el Brexit. ¿Recordáis lo acertados que estabais sobre aquello?", dijo Cummings.
Los ministros británicos expresaron su apoyo al asesor de Johnson.
"Puedo decirles que el primer ministro le brinda al señor Cummings todo su respaldo", dijo el secretario de Transporte, Grant Shapps, quien agregó que no sabía cuándo se enteró del viaje el primer ministro.
Downing Street dijo que las acciones de Cummings "estaban en línea con las pautas dictadas para el coronavirus" y afirmó que los periódicos The Guardian y The Mirror, que informaron por primera vez sobre la historia, habían hecho "falsas acusaciones".
"Están escribiendo historias inexactas, incluyendo afirmaciones de que Cummings regresó a Durham después de volver a trabajar a Downing Street el 14 de abril", dijo un comunicado del Gobierno. "No perderemos nuestro tiempo respondiendo a una serie de acusaciones falsas sobre Cummings por parte de diarios que están haciendo campaña".
Pero los partidos de la oposición exigieron a Johnson que despidiera a Cummings y los laboristas pidieron al funcionario más importante del país, Mark Sedwill, que inicie una investigación sobre el viaje.
"El pueblo británico no espera que haya una regla para ellos y otra regla para el asesor más importante del primer ministro", dijo el Partido Laborista.
Pocos días antes del viaje de Cummings, Johnson impuso un confinamiento en Reino Unido y pidió a los británicos que se quedaran en casa. El 23 de marzo, el primer ministro afirmó que las personas "no deberían reunirse con familiares con quienes no viven en su hogar".
(Información de Guy Faulconbridge; editado en español por Marion Giraldo)