Por Arafat Barbakh, Tyrone Siu y Nidal al-Mughrabi
GAZA/FRONTERA ISRAEL-GAZA/DOHA, 17 ene (Reuters) - Israel intensificó el miércoles su asalto a Jan Yunis, en el sur de Gaza, desplazando tanques hacia el oeste y provocando acusaciones por parte de Jordania de que su hospital de campaña en la ciudad había resultado gravemente dañado por los bombardeos cercanos.
El Ejército jordano declaró que consideraba a Israel responsable de una "violación flagrante del derecho internacional" por los daños que, a su juicio, habían sufrido las instalaciones como consecuencia de los bombardeos israelíes en las inmediaciones. El Ejército israelí no hizo comentarios de inmediato.
Los personas que se encontraban dentro del hospital Nasser y sus alrededores huyeron cuando los tanques se acercaron al distrito durante la noche, tras una declaración del Ejército israelí de que había recibido fuego desde la zona. Los militantes de Hamás niegan haber utilizado instalaciones sanitarias para operaciones militares.
Las autoridades sanitarias palestinas afirmaron que siete personas murieron por ataques aéreos israelíes que dañaron viviendas cercanas al hospital.
Gran parte del personal del hospital Nasser se ha marchado a refugios más al sur, y sólo queda un médico para más de 100 víctimas de quemaduras, declaró el 9 de enero Sean Casey, coordinador de los equipos médicos de emergencia de la Organización Mundial de la Salud en Gaza.
Sólo un tercio de los hospitales de Gaza siguen operativos y algunos sólo parcialmente.
Las explosiones de los bombardeos y los ataques aéreos sonaron más al oeste, en Jan Yunis, a medida que los tanques israelíes avanzaban, con líneas de espeso humo negro que se elevaban de los lugares bombardeados. Testigos dijeron que los tanques y las excavadoras habían dañado un cementerio antes de retirarse de nuevo al centro de la ciudad.
Israel declaró que había matado a seis combatientes palestinos, entre ellos al oficial de Hamás del distrito sur encargado de interrogar a los presuntos espías.
En un comunicado en el que resumía sus últimas operaciones, el ejército afirmó que la muerte del oficial de contraespionaje Bilal Nofal "afecta significativamente a la capacidad de la organización terrorista para desarrollar y mejorar sus capacidades".
Más al sur, en Rafah, donde cientos de miles de personas se han desplazado siguiendo el consejo de Israel, la gente lloraba sobre varios cadáveres amortajados, entre ellos el de una niña, Masa.
"Estábamos durmiendo y entonces vimos que los misiles caían sobre nosotros. Nos levantamos y no veíamos nada. Empezamos a examinarnos unos a otros. La niña fue martirizada", dijo su tía, Tahreer Shoman, añadiendo que sus hermanos habían resultado heridos pero habían sobrevivido.
Las fuerzas israelíes se abrieron paso hasta el centro de Jan Yunis hace más de un mes y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, declaró el lunes que las intensas operaciones militares en el sur estaban llegando a su fin, semanas después de declaraciones similares sobre el norte de Gaza.
Sin embargo, el miércoles continuaron los combates en la densamente poblada Jabalia, en el norte de Gaza, un día después de que los tanques israelíes volvieran a irrumpir en zonas del norte que habían abandonado la semana pasada.
Israel anunció a principios de enero que estaba reduciendo sus operaciones en el norte de Gaza como parte de lo que dijo que sería un enfoque más selectivo en su guerra contra los militantes de Hamás, tras operaciones que han arrasado barrios residenciales enteros.
CORTE DE COMUNICACIONES
Las comunicaciones se cortaron en toda Gaza el miércoles por sexto día consecutivo, dejando a sus habitantes palestinos, la mayoría de los cuales se han visto obligados a huir en varias ocasiones, sin poder recibir avisos en las redes sociales de los movimientos de las fuerzas israelíes.
La falta de señal en los teléfonos móviles locales también priva a las personas atrapadas entre los escombros dejados por los ataques aéreos israelíes de los medios para pedir ayuda.
Las autoridades sanitarias palestinas informaron de la muerte de 163 gazatíes en las últimas 24 horas, lo que eleva a 24.448 el número de víctimas mortales en la guerra de Israel contra Gaza, que ya ha entrado en su cuarto mes.
Israel informó de la muerte de otros dos soldados, lo que eleva a 193 el número de víctimas desde que comenzó las operaciones terrestres en Gaza.
Israel afirma haber matado a 9.000 militantes de Hamás y ha prometido "eliminar" a los dirigentes de Hamás en el enclave palestino después de que hombres armados irrumpieran en el sur de Israel y mataran a 1.200 personas y capturaran a 240 rehenes, según los recuentos israelíes.
Alrededor de la mitad de los rehenes fueron liberados en una tregua en octubre durante la cual también se liberó a algunos prisioneros palestinos.
Israel ha dicho que la única forma de conseguir la liberación del resto de los rehenes es presionar militarmente a Hamás, que ha jurado la destrucción de Israel. Pero entre bastidores han tenido lugar negociaciones más indirectas.
Un funcionario estadounidense declaró que se habían mantenido "intensas conversaciones" en Qatar sobre la posibilidad de llegar a otro acuerdo.
"Tenemos la esperanza de que pueda fructificar y de que fructifique pronto, porque todavía hay, ya sabes, más de 100 (...) unos 140 rehenes retenidos", declaró el martes el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Qatar y Francia han mediado en otro acuerdo con Israel y Hamás para entregar medicamentos urgentes a unos 45 rehenes israelíes retenidos por el grupo en Gaza a cambio de ayuda humanitaria y médica para los civiles más vulnerables.
La ayuda partió de Qatar con destino a Egipto el miércoles y estaba previsto que cruce el paso fronterizo de Rafah a lo largo del día.
VIOLENCIA EN CISJORDANIA
El conflicto se ha extendido a Cisjordania, ocupada por Israel, donde más de 300 palestinos han muerto y miles han sido detenidos en redadas que, según Israel, tienen como objetivo acabar con los militantes.
El Ejército israelí declaró que sus fuerzas habían eliminado una "célula terrorista" durante un ataque aéreo preciso contra un coche cerca del campo de Balata, en la ciudad de Naplusa.
El ejército dijo que había matado a Abdullah Abu-Shalal, el "jefe de la infraestructura terrorista" del campo, que según él había planeado un ataque terrorista inminente y a gran escala con los miembros de su célula. También murieron otros cuatro miembros de la célula.
La Media Luna Roja Palestina dijo anteriormente que se había impedido a sus equipos llegar hasta los heridos.
Horas después, cuatro personas murieron en un ataque aéreo en Tulkarm, donde se encuentra uno de los principales pasos fronterizos entre Cisjordania e Israel y objetivo frecuente de las operaciones militares israelíes desde que comenzó el conflicto de Gaza.
(Reporte de Nidal al-Mughrabi en Doha, Arafat Barbakh en Gaza, Tyrone Siu en la frontera Gaza-Israel, sur de Israel, Dan Williams en Jerusalén y Clauda Tanios en Dubái; Escrito por Philippa Fletcher; Editado en Español por Ricardo Figueroa)