CIUDAD DE MÉXICO, 9 oct (Reuters) - El huracán Julia atravesó Nicaragua el domingo llegando al Pacífico en la noche, tras azotar el país con intensos vientos y lluvias que destrozaron cientos de casas pero no dejaron víctimas mortales, según funcionarios del Gobierno.
La tormenta tocaba tierra en la costa caribeña de Nicaragua la madrugada del domingo cerca de la Laguna de Perlas y para las 0000 GMT su encontraba sobre el Pacífico a unos 220 kilómetros (135 millas) al sureste de la capital de El Salvador, dijo el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).
Se espera que la tormenta se mueva hacia el norte llegando a las costas de Honduras, El Salvador y Guatemala el domingo y el lunes, según el NHC.
Alrededor de un millón de residentes de costa caribeña de Nicaragua se quedaron sin electricidad e Internet debido a la caída de las líneas, así como a una decisión del Gobierno de cortar la electricidad por razones de seguridad, informaron medios locales citando un discurso de la vicepresidenta, Rosario Murillo.
El Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres de Nicaragua dijo en un tuit el domingo por la tarde que todo el país estaba bajo “alerta roja”, después de que las fuertes lluvias provocaran que se descordaran múltiples ríos.
En una conferencia de prensa, el director del Sistema, Guillermo González, dijo que no se han registrado fallecidos, pero sí daños materiales. Más de 13.000 familias fueron evacuadas de la región del Caribe, y más de 800 viviendas han sido destruidas con muchos más techos resultando dañados.
"El evento no ha concluido", señaló González.
El CNH mantuvo su advertencia de "riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra que pongan en peligro la vida en zonas de Centroamérica el domingo y el lunes", pasando a afectar al sur de México a principios de la próxima semana.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo en sus redes sociales en la mañana que Julia había dejado "daños leves" en las islas caribeñas del país, San Andrés y Providencia.
En San Andrés, los fuertes vientos arrancaron los techos de hojalata de las casas, según el jefe de policía Octavio Gutiérrez. El domingo, en las calles resonaba el ruido de las sierras de mano que la policía y los lugareños usaban para limpiar los troncos y las ramas de los árboles caídos.
En las zonas consideradas de alto riesgo en Honduras, las autoridades declararon la alerta roja y pidieron a los residentes que evacuaran, debido a las fuertes lluvias.
Los salvadoreños oraron en las plazas de la ciudad el domingo por la mañana, después que el presidente del país, Nayib Bukele, declarara la jornada como el "Día Nacional de Oración", llamando a los ciudadanos a "unirse para orar y pedir la protección de Dios".
Mientras Julia continuaba su andadura hacia el norte, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, dijo en una conferencia de prensa el domingo por la noche que la tormenta ya había provocado tres inundaciones y el colapso de un puente.
(Reporte de Aida Peláez-Fernández y Jackie Botts en Ciudad de México, reporte adicional Luis Echeverría y Enrique García en Ciudad de Guatemala, Gustavo Palencia en Tegucigalpa, Herbert Villarraga y Nina López en San Andrés)