LONDRES (Reuters) - Seguidores de la princesa Diana se concentraron el jueves desde el amanecer a las puertas del palacio de Kensington para recordar la vida de una mujer cuyo fallecimiento hace 20 años sacudió Reino Unido y supuso un vuelco para la familia real.
Colocando velas parpadeantes en la oscuridad, sus fans se reunieron donde decenas de miles se concentraron en 1997 para conmemorar la muerte de una de las mujeres más famosas del mundo en un accidente de tráfico en París.
Su muerte a los 36 años provocó la mayor exhibición de duelo vista en Reino Unido en los últimos tiempos y está considerada como un punto de inflexión clave en cómo la familia real se relaciona con el público.
Con la tradicional sobriedad dando paso a expresiones de emoción, los hijos de Diana, Guillermo y Enrique, han dado ejemplo hablando abiertamente sobre el trauma que sufrieron cuando perdieron a su madre, dentro de una campaña de más alcance sobre cómo hablar de problemas de salud mental.
"Ninguna persona viva hace 20 años se olvidará hoy del momento cuando se enteró de que la princesa Di había muerto o el dolor nacional que estalló", dijo el jueves el Sun, el periódico más vendido.
"Los jóvenes pueden preguntarse por qué la muerte de Di sigue llenando titulares, pero el mundo de 2017 no sería el mismo si no hubiera sido quien era".
El vigésimo aniversario de la muerte de Diana ha provocado una renovada fascinación por una mujer que ocupó titulares en todo el mundo cuando se casó con el heredero Carlos de Inglaterra en una boda de cuento de hadas en 1981, antes de que la pareja se divorciara en amargas circunstancias en 1996.
"Llevamos haciendo esto 20 años", dijo Nicky Surridge, de 41 años, a Reuters. "Solía seguirla cuando estaba viva, mi casa sigue siendo un santuario para ella. Era una mujer realmente encantadora. Era una princesa, pero muy normal y cariñosa".
"Me quedé aquí durante una semana (hace 20 años). Fue muy triste, pero ahora venimos a celebrar su vida".