Por Anton Zverev y Peter Graff
GRABOVO/DONETSK Ucrania (Reuters) - El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el domingo que la evidencia indica que un misil ruso fue utilizado para derribar el vuelo MH17 de Malaysian Airlines, mientras que Gran Bretaña sostuvo que Rusia se enfrenta a la posibilidad de convertirse en un Estado "paria".
En el principal lugar del accidente, donde los trabajadores de emergencia habían embolsado decenas de cuerpos el sábado, todo había sido eliminado la mañana del domingo.
Ucrania acusó a los rebeldes separatistas de ocultar pruebas relacionadas con el derribo de un avión comercial ocurrido el jueves en el este de Ucrania, que originó la pérdida de 298 vidas.
En tanto, un líder separatista prorruso dijo que algunos elementos del avión, entre los que podrían estar las "cajas negras", estaban ahora en manos de los rebeldes.
En medio de la creciente ira de Occidente por lo que ven como una falta de respeto hacia los cuerpos por parte de los rebeldes que controlan el lugar del accidente, cerca de 200 cadáveres fueron subidos a vagones refrigerados en Torez, a unos 15 kilómetros de distancia.
"Son cadáveres. Trajeron los cuerpos durante la noche", dijo a Reuters un funcionario de la estación de trenes de la ciudad.
Funcionarios de la OSCE, el organismo de seguridad europea, pudieron inspeccionar algunos de los vagones del ferrocarril.
Moscú niega su participación en el derribo del avión y ha culpado del hecho a las fuerzas armadas de Ucrania. Pero Washington y sus aliados apuntan a que la responsabilidad recae en los separatistas prorrusos, que cuentan con el respaldo de Moscú y que han obstruido el acceso al lugar del accidente.
Kerry dijo que Estados Unidos había detectado el paso de suministros a Ucrania desde Rusia en el último mes, incluyendo una caravana de 150 vehículos blindados, tanques y lanzacohetes destinados a los separatistas.
Estados Unidos interceptó conversaciones sobre una entrega a separatistas del sistema de misil ruso guiado por radar SA11, el cual ha sido indicado como el culpable del derribo del Boeing 777.
"Está bastante claro que este es un sistema que fue trasladado desde Rusia", dijo Kerry en una entrevista a la CNN.
Gran Bretaña dijo que Moscú podría verse aislado si no usa su influencia para garantizar el acceso seguro al lugar del accidente y coopera con los investigadores internacionales.
"Rusia corre el riesgo de convertirse en un Estado paria si no actúa bien", dijo el secretario de Relaciones Exteriores, Philip Hammond, a la cadena de televisión Sky.
El derribo del avión de pasajeros ha incrementado fuertemente la crisis en Ucrania y podría marcar un punto de inflexión en los esfuerzos internacionales para resolverla.
SANCIONES ECONÓMICAS
Ministros de la Unión Europea deberían estar dispuestos a anunciar una nueva ronda de sanciones contra Rusia en una reunión del Consejo de Asuntos Exteriores del bloque que se realizará la próxima semana, dijo un comunicado de la oficina del primer ministro británico, David Cameron.
Los líderes europeos ya acordaron presionar al presidente ruso, Vladimir Putin, para garantizar que los investigadores tengan libre acceso al lugar del accidente.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas está considerando un proyecto de resolución para condenar el ataque, demandar a los grupos armados a que permitan el acceso al lugar del accidente y pedir a los estados de la región que cooperen con una investigación internacional. Esto podría ser sometido a votación el lunes.
Holanda, cuyos ciudadanos componen dos tercios de las 298 víctimas del vuelo que iba de Ámsterdam a Kuala Lumpur, dijo el sábado estar "furiosa" por el trato dado a los cadáveres esparcidos en un campo abierto y pidió ayuda a Ucrania para que "nuestra gente" retorne a casa.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que el desastre es una muestra de que es hora de poner fin al conflicto de Ucrania, mientras que Alemania aseguró que esta es la última oportunidad de Moscú para cooperar.
(Reporte adicional de Pavel Polityuk y Elizabeth Piper en Kiev, Peter Graff en Donetsk, Anuradha Raghu, Trinna Leong y Yantoultra Ngui en Kuala Lumpur, Costas Pitas en Londres, Eric Beech en Washington y Michelle Nichols en Nueva York. Escrito por Alastair Macdonald. Editado en español por Rodrigo Charme)