Por Michael Holden
LONDRES (Reuters) - Hace casi medio siglo, cuando por primera vez se hizo seguidor del Partido Laborista británico, Rabbi Abraham Pinter dijo que el partido no tenía tanto problema con el antisemitismo como el país en general.
Pero mientras otros grupos políticos han reconocido la necesidad de lidiar con sus prejuicios contra los judios, Pinter dijo que el principal partido de la oposición estaba atascado en el pasado.
Los laboristas ahora se enfrentan a acusaciones de antisemitismo entre sus filas, desde sus famoso exalcalde de Londres Ken Livingstone, que dijo que Adolf Hitler había apoyado el sionismo, a estudiantes en la Universidad de Oxford. Esto ha aumentado la preocupación entre las comunidades judías que ya están alarmadas ante el incremento de los delitos de odio.
"El Partido Laborista reconoció que tenía un problema. Fue realmente hace 50 años", dijo Pinter, un exconcejal laborista que representa a la comunidad ortodoxa judía Haredi en el área de Stamford Hill, al norte de Londres.
"Ha estado ahí y aún está ahí", dijo a Reuters.
Algunos dentro del laborismo dicen que están siendo acusados de antisemitismo simplemente por expresar críticas legítimas contra Israel. Figuras veteranas han dicho que los prejuicios están limitados a un pequeño grupo más extremo y se estaban utilizando para atacar al líder del partido, Jeremy Corbyn.
Pero la polémica podría influir en las elecciones del jueves a la alcaldía de Londres. El candidato laborista Sadiq Khan, que podría convertirse en el primer alcalde musulmán de la capital, dijo que estaba horrorizado con los comentarios de Livingstone y podrían dañar sus opciones en una ciudad que alberga a unos 170.000 judíos.
La semana pasada, la cúpula de los laboristas suspendió a Livingstone y ordenó una investigación sobre el antisemistismo en el partido, después de los comentarios que el exalcalde hizo en una entrevista radiofónica en los que dijo que Hitler había apoyado el sionismo en los años 30 antes de que "se volviese loco y acabara matando a seis millones de judíos".
Livingstone estaba defendiendo a una legisladora musulmana laborista, después de que ella se disculpase por publicar en la red mensajes que incluían sugerencias de que Israel debería ser reubicado en Estados Unidos para resolver el problema de Oriente Próximo.
Los incidentes han encendido las acusaciones de los líderes judíos de que los laboristas y los que pertenecen a la izquierda política británica están haciendo muy poco por combatir el antisemitismo entre sus filas.
"Hay un cáncer en su partido y está empeorando cada día", dijo el periódico judío Chronicle en un editorial en marzo. "Si el Laborismo no quiere perder los últimos residuos de confianza de nuestra comunidad, debe reconocer y tratar el cáncer".