ADÉN (Reuters) - Aviones de la coalición liderada por Arabia Saudita bombardearon posiciones hutíes en Saná durante la madrugada del domingo, dijeron residentes y medios locales, en un intento por respaldar a los simpatizantes del expresidente yemení Ali Abdulá Salé, que luchan contra el grupo hutí aliado con Irán.
Salé anunció el sábado que está listo para "pasar página" en los vínculos con la coalición liderada por los saudíes si detiene los ataques contra ciudadanos yemeníes, en una medida que podría allanar el camino para poner fin a una guerra que ya dura casi tres años.
El aparente cambio de posición tuvo lugar cuando los partidarios de Saleh combatían a militantes hutíes en Hada, un distrito en el sur de Saná donde viven miembros de la familia de Salé, incluyendo a su sobrino Tareq.
Fue el cuarto día de enfrentamientos provocados por lo que la facción de Salé, el Congreso General del Pueblo, dijo que había sido un intento por capturar la principal mezquita del país.
Los combates han acabado con la vida de decenas de personas y han dejado cientos de heridos, según el Comité Internacional de la Cruz Roja, e intensificaron las preocupaciones sobre más bajas civiles.
Los enfrentamientos han agravado los problemas a una situación ya compleja en Yemen, uno de los países más pobres de Oriente Próximo, donde una guerra indirecta entre los hutíes alineados con Irán y el presidente en el exilio, Abd-Rabu Mansur Hadi, respaldado por Arabia Saudí, ha provocado una de las peores crisis humanitarias en los últimos tiempos.
Yemen se sumió en la violencia a finales de 2014 cuando los hutíes, un grupo derivado de la rama zaydí del islam chií, marcharon hacia Saná y tomaron el control del Gobierno.
Desde 2015 han muerto más de 10.000 personas en la guerra en Yemen, que también ha provocado el desplazamiento de más de dos millones de personas, un brote de cólera que ha infectado casi a un millón de personas y que ha llevado al país al borde de la hambruna.