BERLÍN (Reuters) - La confianza de los inversores en la eurozona se deterioró en febrero, mostró una encuesta el lunes, vinculando la caída con el malestar respecto a las negociaciones de coalición entre los conservadores de la canciller alemana Angela Merkel y los socialdemócratas de centroizquierda (SPD).
Se espera que los conservadores y el SPD lleguen esta semana a un acuerdo de gobierno para los próximos cuatro años. Los 443.000 miembros del SPD decidirán sobre el acuerdo final en una votación por correo postal.
"Las negociaciones para formar otra gran coalición no les están sentando bien a los inversores", dijo Sentix, añadiendo que el sondeo era como "una moción de censura a una gran coalición".
El índice del Sentix para la eurozona cayó a 31,9 en febrero desde el 32,9 de enero. El dato no alcanzó el consenso de Reuters, que esperaba una cifra de 33,0 y que suponía un auge respecto a lo registrado el mes pasado.
Un índice de Alemania cayó a 36,2 desde el 40,1 registrado el mes pasado. Las expectativas en Alemania retrocedieron a 5,5 desde 11,8, alcanzando su nivel más bajo desde julio de 2016.
Sentix dijo que las políticas acordadas hasta ahora entre los conservadores y el SPD "habían dejado a los inversores con un mal sabor en la boca".
Los compromisos que se necesitan para conseguir un programa gubernamental que sea aceptado por ambos partidos han engendrado unas debilitadas políticas que privan a Alemania de reformas que los inversores y los economistas ven como necesarias para poder crecer en el futuro.
Los líderes empresariales de Alemania querían una reforma integral del sistema fiscal para hacer a las empresas más competitivas, especialmente después de que EEUU recortase el impuesto de sociedades.
Los conservadores y el SPD han acordado un alivio tributario de 10.000 millones de euros a los ciudadanos y quieren introducir incentivos fiscales a aquellas empresas que estén invirtiendo en la digitalización. Ambas medidas se quedan cortas del cambio fiscal que piden las empresas.
Sentix dijo que los 989 inversores que había encuestado continuaban considerando que la situación económica en el resto del mundo era sólida.
Las expectativas para la eurozona cayeron en febrero a su nivel más débil en un año, pero las percepciones en cuanto a las situaciones actuales alcanzaron su mejor nivel desde agosto de 2007, según continuaba la recuperación de la eurozona.