Por Jonathan Landay y Warren Strobel
WASHINGTON (Reuters) - Un borrador de la nueva estrategia antiterrorista del presidente Donald Trump exige que los aliados de Estados Unidos asuman una mayor carga en la lucha contra los militantes islámicos, aunque reconoce que la amenaza del terrorismo nunca será totalmente eliminada.
El borrador de 11 páginas, visto el viernes por Reuters, dice que Estados Unidos debería evitar costosos compromisos militares "sin plazo definido".
"Necesitamos intensificar las operaciones contra los grupos yihadistas globales y reducir a la vez los costes de 'sangre y dinero' de Estados Unidos en la búsqueda de nuestros objetivos antiterroristas", afirma el documento, que se prevé sea publicado en los próximos meses.
"Trataremos de evitar las costosas intervenciones militares a gran escala de Estados Unidos para alcanzar objetivos antiterroristas e intentaremos cada vez más que los socios compartan la responsabilidad de actuar contra los grupos terroristas", dice.
Sin embargo, reconoce que el terrorismo "no puede ser derrotado definitivamente".
Michael Anton, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de la Casa Blanca, dijo: "Como parte de su enfoque general, la administración está examinando de nuevo toda la estrategia de seguridad nacional de Estados Unidos, para incluir la misión antiterrorista, lo que es especialmente importante dado que no se ha hecho públicamente desde 2011".
El proceso pretende garantizar que "la nueva estrategia esté dirigida contra las amenazas terroristas preeminentes contra nuestra nación, nuestros ciudadanos, nuestros intereses en el extranjero y aliados", dijo Anton. "Además, esta nueva estrategia pondrá de relieve objetivos alcanzables y realistas, y principios rectores".
La lucha contra el extremismo islámico fue un tema destacado para Trump durante la campaña presidencial de 2016. El borrador del documento de estrategia, que responsables dijeron que aún estaba siendo objeto de ajustes en la Casa Blanca, describe la amenaza de los grupos militantes islámicos de forma cruda.
Queda por ver cómo puede Trump cuadrar su objetivo de evitar intervenciones militares con conflictos en curso con tropas estadounidenses en Irak, Siria, Afganistán, Yemen y otros lugares.
En lugar de reducir los compromisos de Estados Unidos, el presidente se ha adherido hasta ahora en gran medida a los planes del gobierno de Obama de intensificar las operaciones militares contra grupos militantes y ha otorgado al Pentágono mayor autoridad para atacarlos en lugares como Yemen y Somalia.