Por Costas Pitas
LONDRES (Reuters) - La inmigración a Reino Unido alcanzó el año pasado su segunda cifra más alta desde que se tiene registro, según datos oficiales conocidos el jueves que se incorporaron inmediatamente al cada vez más agrio debate sobre si el país debería permanecer en la Unión Europea.
La Oficina Nacional de Estadística, en su último informe sobre inmigración antes de la votación prevista para el 23 de junio sobre la pertenencia del Reino Unido a la UE, dijo que la inmigración neta alcanzó las 333.000 personas en 2015, el segundo mayor nivel en un periodo de 12 meses desde que se recopila esta información desde 1975.
De ellos, 184.000 vinieron de la UE, donde hay libertad de movimientos entre sus fronteras internas.
La oficina dijo que la mayoría del aumento en cifras netas - 20.000 - se debió a que abandona el país menos gente.
Las cifras fueron esgrimidas por la campaña a favor de la salida del país de la UE. Argumentan que el país sería más capaz de controlar el flujo de la inmigración desde fuera del bloque.
Los que hacen campaña por permanecer en la UE respondieron diciendo que los temas migratorios no se resolverían abandonando un bloque que creen que supone un enorme beneficio para la economía británica.
La inmigración y la economía han sido los dos temas más importantes en torno al referéndum, pero el ministro de Inmigración James Brokenshire dijo que dejar la UE no era la solución.
El primer ministro británico, David Cameron, negoció un acuerdo con sus socios europeos en febrero para frenar algunas ayudas para nuevos inmigrantes.
La medida fue criticada porque no reduciría la llegada de inmigrantes atraídos al país por unos salarios más altos que en otros países, la presencia de grandes comunidades de inmigrantes y por el idioma inglés, entre otros factores.
Pero a cuatro semanas de la votación, el número de inmigrantes que llegan a la costa norte francesa en Calais ha crecido en los últimos meses, según cifras oficiales publicadas el jueves, entre ellos muchos con rumbo a Reino Unido.
El Gobierno británico ha advertido de que los refugiados podrían acudir en masa a Reino Unido desde Francia si los votantes optan por la salida de la UE, y Francia ha dicho que terminaría con los controles fronterizos y dejaría que miles de ellos crucen el Canal de la Mancha en caso de que el resultado sea favorable a abandonar la UE.