LONDRES (Reuters) - La cada vez más envejecida economía de Europa podría descubrir que la mayor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial le da un nuevo aire, aún cuando la enorme incertidumbre sobre la cantidad y la integración de esta ola de inmigración eclipsa cualquier previsión a largo plazo.
Ahora que se acerca el invierno boreal, el dramático flujo hacia Europa de personas huyendo de la pobreza y la guerra en Oriente Próximo y África se ralentizó marginalmente en septiembre.
Unos 170.000 "inmigrantes irregulares" entraron en la Unión Europea el mes pasado, según la agencia fronteriza del bloque, Frontex, elevando el total a 710.000 en lo que va de 2015. Esta cifra es casi tres veces más que la de todo 2014 y se piensa que podría llegar a 1 millón a finales de año.
Durante meses, las historias de empeño y tragedia humana se mezclaron con las de caos y confusión en las fronteras terrestres y marítimas de Europa.
Pero a medida que pasaron las semanas y los titulares, los economistas también se vieron obligados a evaluar el impacto que tendría esta migración en una economía relativamente tan rica, pero que lleva años sufriendo una caída en su tasa de natalidad, su fuerza laboral y su crecimiento.
Si bien abundan las advertencias, la mayoría de los expertos destaca rápidamente el impacto positivo que puede tener.
Las estimaciones de potencial crecimiento europeo cayeron de forma alarmante por debajo del 1 por ciento desde la crisis financiera de hace siete años, con un legado de deuda y baja demografía que hizo que pocos vieran posibilidad de mejora sin un aumento de la inmigración o de la edad de jubilación.
El dilema es saber quién salva a quién en esta crisis.
El banco suizo Credit Suisse (VX:CSGN) se refirió a estimaciones que indican que en el próximo lustro, la inmigración neta elevará la población de la zona euro en unos 5 millones de personas, equivalente a un 1,5 por ciento de los 340 millones actuales.
Y, asumiendo que el gasto público para los que consiguen asilo tenga un "multiplicador" de uno a uno en el Producto Interior Bruto (PIB), calculó que agregará entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales al crecimiento el próximo año.
A más largo plazo, la "producción potencial" de la zona euro avanzará 0,2 puntos por encima de las previsiones oficiales, hasta el 1,3 por ciento en promedio, durante los ocho años hasta 2023, agregó el informe de Credit Suisse.
Economistas del HSBC llegaron a la misma conclusión de un impulso del 0,2 por ciento al crecimiento potencial. "El PIB potencial para 2025 podría ser de 300.000 millones de euros más de lo que sería de otra forma", indicaron.
Deutsche Bank (DE:DBKGn) incrementó su previsión de crecimiento para Alemania en 2016 del 1,7 al 1,9 por ciento, haciendo referencia al alza de la inmigración, que podría añadir cerca de medio punto porcentual al crecimiento total del consumo.
Alemania necesita una inmigración neta de 700.000 personas durante los 10 próximos años para mantener su población estable, indicó el HSBC citando datos de Naciones Unidas.
Todas estas cifras se basan en la inmigración hasta la fecha, pero los números futuros podrían ser enormes.
Frontex calcula que unos 4 millones de sirios, afganos, iraquíes y paquistaníes siguen bajo "protección temporal" en Turquía, Líbano, Jordania y Egipto.
Asimismo, el Ministerio de Defensa británico se refirió a estudios que aseguran que 60 millones de personas podrían desplazarse desde zonas "desertificadas" del África subsahariana hacia el norte de África y Europa para 2020.