Por Osama Naguib
ALEJANDRÍA, Egipto (Reuters) - Miembros de la minoría cristiana de Egipto acudieron a misa el viernes, pero dos ataques con bombas en la iglesia el domingo de Ramos, que mataron a 45 personas, han dejado a muchos en un estado de ánimo sombrío durante la celebración de la Semana Santa.
Los fieles de la comunidad copta, una rama del cristianismo de casi 2.000 años de existencia, asistieron a los servicios religiosos, pero las festividades para marcar la crucifixión y resurrección de Jesucristo fueron observadas de manera moderada, según responsables de la iglesia.
En la ciudad de Alejandría, los cristianos se congregaron en la Catedral de San Marcos, sede histórica del papa copto, para asistir a las oraciones del Viernes Santo. Los fieles pasaron a través de un detector de metales en la entrada del edificio, donde se detonó una de las bombas.
Rafiq Bishry, director del comité organizativo de la iglesia, dijo que estaba sorprendido de que hubiera llegado tanta gente.
"Esperábamos que la gente estuviera demasiado asustada para asistir a las oraciones, pero nos equivocamos en nuestras expectativas porque hay mucha gente aquí", dijo a Reuters Television.
"Este es un claro mensaje para el mundo entero de que no tenemos miedo", dijo.
Los ataques del domingo pasado en Alejandría y la ciudad de Tanta fueron reivindicados por el Estado Islámico, que ha estado librando una insurgencia contra soldados y policías en la península egipcia del Sinaí.
El grupo ha intensificado ahora los ataques contra los cristianos y ha advertido de que habrá más. Afirma haber matado a 80 personas en tres atentados con bombas en iglesias desde diciembre.
Maha Ragaay, una maestra cristiana copta que vive en El Cairo, dijo que había evitado ver la televisión el Domingo de Ramos, temiendo ver las sangrientas imágenes tras las bombas.
"No quiero que estos ataques vuelvan a suceder, pero no tengo la sensación de que estemos haciendo nada para detenerlo", dijo, encendiendo una vela delante de una pequeña estatua del Cristo crucificado mientras celebraba la Semana Santa con la familia y amigos en casa.
"Creo que el punto principal en el que debemos enfocarnos (para resolver esto) es la educación".
Ragaay dijo que estaría celebrando Semana Santa en un estado de duelo por los que habían perdido la vida.
Después de los ataques, el gobierno introdujo un estado de emergencia de tres meses que le da amplios poderes para actuar contra lo que denomina enemigos del estado.
Los coptos representan alrededor del 10 por ciento de los 92 millones de habitantes de la mayoría musulmana de Egipto y son la denominación cristiana más grande de la región.