Por Maria Sheahan y Victoria Bryan
FRÁNCFORT/BERLÍN (Reuters) - Tras 12 años persiguiendo a un cometa a lo largo de más de 6.000 millones de km en el espacio, la histórica misión Rosetta llevada a cabo por científicos europeos terminará con el aterrizaje de la nave en la superficie del polvoriento y helado cuerpo celeste a finales de este mes.
Los datos recopilados por Rosetta, que captó la atención popular en parte gracias a unos dibujos e imágenes de la Agencia Espacial Europea, está ayudando a los científicos a entender mejor cómo se formaron la Tierra y otros planetas.
La nave ha logrado varios hitos, entre ellos la primera vez que una nave espacial orbita un cometa en lugar de pasar a su lado para tomar imágenes y la primera vez que una sonda, Philae, aterriza en la superficie de un cometa.
También fue la primera misión que se aventuró más allá del principal cinturón de asteroides impulsada sólo con energía solar.
Después de más de dos años de orbitar al cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko, recopilando unos valiosos datos que mantendrán entretenidos a los científicos en los próximos años, la distancia del cometa respecto al sol se acerca al punto en el que la energía solar se hace demasiado débil para hacer funcionar la nave y la descarga de datos de sus ordenadores.
En las horas finales de su descenso controlado previsto para el 30 de septiembre, Rosetta podrá tomar imágenes más cercanas del cometa y recoger datos sobre los gases más cerca de la superficie antes de unirse a la sonda Philae y dar por terminada la misión.