MADRID (Reuters) - A unas horas de su posible destitución como presidente del Gobierno catalán, la oposición en el Parlament se expresó tajantemente pidiendo a Carles Puigdemont que renuncie a una declaración de independencia y convoque elecciones para evitar la inmediata aplicación de medidas de intervención desde Madrid.
"El camino de la unilateralidad es intransitable, una huída hacia el precipicio como es la DUI (Declaración Unilateral de Independencia) es algo que no nos podríamos perdonar", dijo Lluís Rabell, líder de la formación de izquierdas Catalunya Sí que es Pot.
Tras intensas negociaciones y llamadas a la mediación en las últimas horas para tratar de frenar la aplicación de las medidas de intervención que votará mañana el Senado nacional, Puigdemont contradijo las previsiones de los medios y dijo que había decidido no convocar elecciones al no conseguir el compromiso de Madrid de frenar las medidas.
"Usted tiene la potestad de convocar elecciones, le pido que lo haga", dijo el líder de los socialistas catalanes Miquel Iceta, tras reconocer las fuertes presiones a las que se ha tenido que enfrentar Puigdemont.
"Solo usted puede tomar una decisión trascendental (...) tiene que pensar si desactivar el 155 es lo mejor que se puede hacer (...), que pensar si acabar esta legislatura con una declaración de independencia no sería altamente perjudicial", añadió.
Teóricamente Puigdemont todavía podría convocar el viernes elecciones antes de que el Senado previsiblemente apruebe la aplicación de las medidas planteadas por el Gobierno central y que podrían entrar en vigor el próximo sábado destituyendo al Ejecutivo catalán en pleno.
En un contexto de alta tensión y con perspectivas cambiantes por minutos, incluyendo una esperada declaración institucional primero retrasada, luego anulada y luego otra vez convocada, las primeras indicaciones hacia una supuesta convocatoria electoral provocaron duras críticas de algunos socios de gobierno y protestas en las calles.
"Ni el proceso de Kafka era tan kafkiano como el de Puigdemont", dijo la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas tras asegurar: "Les vamos a echar del gobierno con las urnas. Espero que las ponga usted, si no las pone usted vamos a exigir urnas con garantías".
Rabell, que se declaró "federalista convencido", animó a Puigdemont a no ceder a las presiones de los grupos radicales que apoyan su gobierno en relación velada a los anticapitalistas de la CUP.
"No necesitamos más mártires (...) le pedimos que tenga el valor de detenerse, de que no escuche a los que le dicen que se tire por el precipicio (...) hoy hemos visto a gente de su mayoría parlamentaria que le llamaba traidor", dijo.
"No pesan tanto en su mayoría social (...) usted es el presidente de toda Cataluña".
"Tenemos que rescatar a Cataluña", decía mientras tanto en el Senado madrileño la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuyo grupo tiene mayoría absoluta para refrendar las medidas de intervención, aunque también cuenta con el apoyo de Ciudadanos y el PSOE.
Sin embargo, el PSOE, que ha pedido al Gobierno la desactivación de las medidas si Puigdemont convoca elecciones, mostró todavía una mínima esperanza.
"Estamos en las últimas horas del penúltimo día en que pueden evitar lo que nadie quiere. Todavía, aún está en su mano. Señor Puigdemont, le interpelo, aunque no esté aquí, en nombre de los socialistas para que convoque elecciones autonómicas y evite el desastre del que Cataluña y España tardarán mucho tiempo en recuperarse", dijo Ander Gil, portavoz del Grupo Socialista en el Senado.
El viernes, mientras el Senado votará la activación del artículo 155, el Parlament catalán celebrará una nueva sesión en la que cabría la posibilidad de declarar ya inequívocamente la independencia.
"El Parlament dará la respuesta", dijo Puigdemont sobre la intervención.