MOSCÚ, 15 nov (Reuters) - La policía de Bielorrusia detuvo a cientos de personas que salieron a las calles en protestas masivas el domingo coreando "Voy a salir", las últimas palabras escritas que se conocen de un manifestante antigubernamental que murió la semana pasada.
Un testigo en la capital, Minsk, dijo que la policía detuvo a varias docenas de personas y utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y granadas de aturdimiento para dispersar a las multitudes que se manifestaban contra el Presidente Alexander Lukashenko.
Bielorrusia se encuentra en una crisis política, ya que decenas de miles de personas han tomado las calles cada semana desde las elecciones de agosto, pidiendo la dimisión de Lukashenko después de 26 años en el poder. Lukashenko ha rechazado las acusaciones de la oposición de que las elecciones fueron amañadas a su favor.
Los disturbios callejeros se reavivaron tras la muerte de Roman Bondarenko, un manifestante antigubernamental de 31 años. Murió en el hospital de Minsk el jueves después de que los manifestantes dijeran que sufrió una severa paliza por parte de las fuerzas de seguridad.
El Ministerio del Interior ha negado la responsabilidad de la muerte de Bondarenko, diciendo que fue asesinado en una pelea con civiles.
Las fuerzas de seguridad, con equipo y escudos antidisturbios, inundaron el domingo la plaza donde Bondarenko fue detenido, arrancando las banderas de la oposición, tirando las velas conmemorativas y arrastrando a la gente de las multitudes y haciéndolos entrar en furgonetas, dijo un testigo.
ARRESTOS
Videos de los medios locales también mostraron a las fuerzas de seguridad entrando en los apartamentos de la zona en busca de los manifestantes. Un video publicado en las redes sociales mostraba a tres hombres con equipo antidisturbios atendiendo a un hombre que parecía estar inconsciente.
El grupo de derechos humanos Viasna (Primavera) dijo que 504 personas habían sido detenidas hasta ahora por la policía durante las protestas del domingo en todo el país.
(Información de Vladimir Soldatkin; editado por Matthias Williams, Frances Kerry y Gareth Jones; traducido por Aida Peláez en la redacción de Gdansk)