Por Serajul Quadir
DACCA (Reuters) - La policía de Bangladés recurrió a cañones de agua, gases lacrimógenos y porras para dispersar a miles de trabajadores de fábricas textiles, que han paralizado carreteras del país en la cuarta jornada de protestas para reclamar salarios más altos.
El Gobierno de Bangladés, el segundo mayor exportador mundial de prendas de vestir detrás de China, dijo el martes que consideraría las demandas de un aumento del salario mínimo, después de que los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes supusieran la muerte de un trabajador y decenas de heridos.
Pero los manifestantes volvieron a salir el miércoles, bloqueando carreteras y quemando neumáticos en el distrito industrial de Savar, al norte de la capital, Dacca.
La policía y los líderes sindicales dijeron que más de dos docenas de personas, policías incluidos, resultaron heridos en los enfrentamientos del miércoles.
"Al principio, la policía trató de convencerlos a través de discusiones y les pidió que abandonaran las carreteras para que el transporte pueda moverse con facilidad, pero en lugar de eso lanzaron piedras y ladrillos", dijo a Reuters Tahmidul Islam, un oficial de policía en el área.
"Para dispersarlos, la policía utilizó gas lacrimógeno... Ahora la situación está bajo control y los trabajadores se han ido".
Ruhul Amin, presidente ejecutivo del Centro Sindical Textil, dijo a Reuters que la policía utilizó porras, gases lacrimógenos y también cañones de agua en algunos lugares para dispersar a la multitud.
Protestas similares estaban ocurriendo en el área de Mirpur, en Dacca, pero sin violencia, según la policía.
El Gobierno dijo en septiembre que el salario mínimo para los trabajadores de la confección aumentaría hasta un 51 por ciento este año, a 8.000 taka al mes, el primer aumento de este tipo desde 2013.
Pero los trabajadores dicen que ese aumento solo beneficiaría a un pequeño porcentaje de las más de 3,5 millones de personas empleadas en el sector.
La industria textil genera alrededor de 30.000 millones en exportaciones al año, lo que representa el 80 por ciento de los ingresos de exportación de mercancías de Bangladés y sirve a algunas de las marcas más grandes del mundo.
"Instamos al Gobierno a sentarse con nosotros y resolver el problema, de lo contrario, el movimiento continuará", dijo Amin.
(traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)