Por William James y Alistair Smout
LONDRES (Reuters) - Reino Unido se adentraba el miércoles en el sexto día de su particular limbo político mientras la primera ministra, Theresa May, tenía aún pendiente un acuerdo que apuntale su gobierno en minoría y se enfrentaba a peticiones para suavizar su posición sobre el Brexit días antes de que comiencen las negociaciones para dejar la Unión Europea.
El equipo de May reanudará las conversaciones con el Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP) para fijar un acuerdo que asegure su apoyo en el Parlamento después de que la primera ministra, de 60 años, fracasase en conseguir una mayoría absoluta en las elecciones de la semana pasada - una votación en la que se esperaba que reforzase su posición.
En su lugar, el resultado ha dejado a May aún más debilitada y expuesta a las críticas de sus compañeros a su estrategia del Brexit. Algunos de ellos quieren abandonar el plan previsto de salir del mercado único y la unión aduanera de la UE.
May dijo el martes que las conversaciones con el DUP habían sido productivas -una visión que compartió la líder del partido, Arlene Foster- y que las negociaciones sobre el Brexit empezarían la semana que viene, según lo acordado.
"Creo que hay unidad de propósito entre la gente en Reino Unido", dijo May el martes, tras un encuentro con el presidente de Francia, Emmanuel Macron. "Es unidad de propósito, habiendo votado a favor de dejar la UE, que su Gobierno prosiga con esto y que lo haga con éxito", añadió.
El periódico The Times dijo que el ministro de Finanzas, Philip Hammond, instaría a May a no dejar el mercado único -un acuerdo que garantiza el libre comercio con el bloque pero que prohíbe a sus miembros hacer acuerdos con terceros. La información citaba a fuentes sin identificar, y el ministro rechazó hacer ningún comentario.
Sin embargo, todo indica que May tendrá que enfrentarse en los próximos días, antes de que comiencen las conversaciones de divorcio con la UE, al reto de encontrar una posición que satisfaga tanto a los proeuropeos como a los euroescépticos de su partido, si quiere seguir en el poder.