BRUSELAS (Reuters) - La Unión Europea dijo el martes que el derecho de los ciudadanos de los países miembros más pobres a trabajar en estados más ricos con un salario bajo estaría limitado a 18 meses, en virtud de una reforma de las leyes laborales del bloque defendida por Francia.
La nueva directiva, promovida por el presidente francés, Emmanuel Macron, y respaldada por Luxemburgo, Bélgica y los Países Bajos, entre otros, restringiría las actuales normas sobre los llamados trabajadores desplazados, que según los países más ricos de la UE deterioran sus mercados laborales.
Países como España y Polonia se habían opuesto al cambio, diciendo que sus ciudadanos deberían poder trabajar en otro territorio más rico con un salario más bajo que un trabajador del país anfitrión bajo las reglas de competencia del bloque.
El acuerdo, que había sido alcanzado de forma provisional a principios de mes, también introduce un período de transición de dos años. Es probable que finalmente se apruebe en abril en una sesión en la que se prevé que Polonia y Hungría sean vencidos en votación.
Según las nuevas reglas, los trabajadores desplazados empezarían a ganar el salario del país anfitrión después del período máximo permitido.
El Parlamento Europeo elogió el acuerdo el martes como una forma de garantizar "el mismo salario por el mismo trabajo", pero el viceministro de Exteriores de Polonia, Konrad Szymanski, dijo que se trataba de un caso en el que países más poderosos de la UE como Francia imponían su voluntad a los demás.
"Este tipo iniciativas debilitan el proyecto europeo porque minan sus elementos fundamentales: el mercado único, la libertad de proporcionar servicios, la libertad de movimiento para los trabajadores", dijo a los periodistas.
Se calcula que actualmente hay 2 millones de trabajadores desplazados en la UE, que representan solo una pequeña fracción de la fuerza laboral del bloque, pero el problema se ha vuelto políticamente muy delicado.