Por Robin Emmott
LUXEMBURGO (Reuters) - La Unión Europea estaba dividida el lunes sobre cómo poner fin al enfrentamiento con Moscú por la crisis en Ucrania, con Reino Unido pidiendo mantener la postura de línea dura mientras Eslovaquia dijo que la actual política de sanciones es insostenible.
Francia reiteró la postura de Occidente de que no puede haber un cambio en las sanciones sobre los sectores rusos de defensa, energía y financiero hasta que Moscú abandone su apoyo a los rebeldes separatistas en el este de Ucrania, aunque París quiere que los líderes de la UE también busquen un acercamiento con el Kremlin.
Eslovaquia, que ostentará la próxima presidencia de la UE, dijo que los gobiernos europeos no pueden ignorar la presión política de algunos países de la UE para cambiar la postura de sanciones contra Rusia, el principal proveedor de energía del bloque.
El ministro de Exteriores eslovaco, Miroslav Lajcak, cuyo país presidirá el bloque de julio a diciembre, dijo que era necesario mantener conversaciones porque hay "una gran demanda de debate político" sobre las sanciones impuestas a Rusia.
Los diplomáticos dijeron que tales conversaciones implican una posible relajación de las medidas tomadas por Occidente en julio de 2014 tras la anexión de la península ucraniana de Crimea por parte de Moscú en febrero de ese año. Italia, Bulgaria y Grecia están interesadas en que se levanten algunas sanciones.
"No pido terminar con las sanciones. Pero lo que no quiero ver es que las mantengamos formalmente y por detrás todo el mundo firme grandes acuerdos con Rusia y haya visitas y reuniones con gente en las listas negras", dijo Lajcak al margen de una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo.
Los enviados de la UE a Bruselas están dispuestos a prolongar las sanciones sobre Rusia el martes hasta finales de año. Estados Unidos y otros países occidentales han impuesto sanciones similares.
Occidente acusa a Rusia de apoyar directamente a los rebeldes, algo que Moscú niega. Los gobiernos occidentales dicen que cualquier relajación en las sanciones está ligada al avance en un acuerdo de paz firmado en Minsk el año pasado para terminar el conflicto en el este de Ucrania.
La guerra ha matado a más de 9.000 personas desde abril de 2014 y la OTAN advirtió la semana pasada de que el alto el fuego apenas se mantenía.