GINEBRA, 12 ago (Reuters) - Los proyectos humanitarios de la ONU se enfrentan a un déficit de financiación sin precedentes este año, con sólo un tercio de los 48.700 millones de dólares necesarios asegurados hasta ahora, ya que las necesidades mundiales superan las promesas de contribuciones, dijo el viernes un portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés).
El dinero es necesario para ayudar a unos 204 millones de personas en todo el mundo, ya que los conflictos armados y el cambio climático, como la guerra en Ucrania y la sequía en el Cuerno de África, surgen como motores clave de "megacrisis" que amenazan los medios de vida de comunidades enteras.
"A más de la mitad del año, el déficit de financiación es de 33.600 millones de dólares, nuestro mayor déficit de financiación de la historia", declaró Jens Laerke, portavoz de la OCHA, en una rueda de prensa.
"Las necesidades en el mundo están aumentando mucho más rápido que la financiación de los donantes", añadió.
Hasta el momento se han recaudado 15.200 millones de dólares hasta la mitad del año, lo que también supone un récord, según Laerke, en un año de aumento de las necesidades humanitarias.
Según el sitio web de la OCHA, Estados Unidos es el principal donante, con una aportación de algo más de 8.000 millones de dólares, mientras que el Programa Mundial de Alimentos fue el mayor receptor.
Los casi 50.000 millones de dólares necesarios incluyen todos los llamamientos coordinados de la ONU en todo el mundo, como los planes anuales de respuesta humanitaria en la República Democrática del Congo y Siria, así como los llamamientos urgentes en Ucrania y los llamamientos regionales para los refugiados en Afganistán.
El dinero está destinado a todas las agencias humanitarias de la ONU y a algunas ONG, pero no cubre los llamamientos de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y del Comité Internacional de la Cruz Roja, ya que tienen procesos de llamamiento independientes, dijo Laerke.
(Reporte de Wendell Roelf; edición de Ros Russell; traducción de Darío Fernández)