Por Nathan Allen y Emma Pinedo
MADRID, 16 mar (Reuters) - Las calles de las ciudades españolas se encontraban inquietantemente tranquilas el lunes, en un silencio solo roto por los megáfonos de la policía pidiendo desde drones y coches patrulla que los ciudadanos regresaran a sus casas en la primera jornada laborable de un estado de alarma forzado por la epidemia de coronavirus.
Alrededor de 47 millones de personas llevan parcialmente confinadas desde el sábado por la noche y únicamente pueden salir de casa para trabajar, comprar comida o medicamentos, o acudir a un centro sanitario.
Más de 1.000 soldados se han desplegado por todo el país para supervisar el confinamiento, pidiendo a la gente regresar a sus hogares a no ser que tuviesen una justificación. Especialistas del ejército enfundados en trajes protectores rociaban desinfectante en las estaciones de tren.
"Si aplicamos a rajatabla las propuestas de confinamiento social, el impacto puede ser desde hoy si lo hacemos bien, pero no observaremos ese impacto hasta dentro de tres o cuatro días como mínimo", dijo el jefe del centro de emergencias sanitarias, Fernando Simón.
España ya es el cuarto país en casos de coronavirus COVID-19 por detrás de China, Italia e Irán, con un total de 8.744 infectados, 1.000 más que el domingo, y 309 muertes.
El gobierno dio otra vuelta de tuerca al aislamiento del país al cerrar a partir de la medianoche las fronteras terrestres en coordinación con otros miembros de la Unión Europea.
"A partir de las doce horas solo se permitirá entrar en España a los ciudadanos españoles, a aquellos que accedan por cuestiones de trabajo y a aquellos que acrediten causas de fuerza mayor o situación de necesidad", dijo el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El lunes la Guardia Civil dijo que se había incautado de 150.000 mascarillas que pondrá a disposición del tensionado sistema sanitario de Madrid, la comunidad autónoma española más afectada y cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, dio positivo el lunes por coronavirus.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, también anunció que padecía la enfermedad, días después de que el vicepresidente del gobierno regional, Pere Aragonès, también diese positivo.
EMERGENCIA
El ministro de Transporte José Luis Ábalos dijo a la radio RNE que el estado de alarma tendría que extenderse "obviamente" más allá de los 15 días inicialmente decretados.
Mientras que Francia, también afectada por el coronavirus, siguió adelante con las elecciones municipales el domingo, los principales partidos políticos del País Vasco, la región con el segundo mayor número de casos, acordaron el lunes posponer las elecciones regionales previstas para el 5 de abril.
Los partidos de Galicia, otra región que celebraba comicios ese mismo día, también acordaron su aplazamiento para centrarse en la crisis sanitaria.
La habitualmente bulliciosa plaza de la Puerta del Sol de Madrid, con la figura de bronce del símbolo de la ciudad -un oso comiendo el fruto de un madroño - estaba desierta, excepto por un vehículo de patrulla del ejército. Tiendas y restaurantes permanecían cerrados.
En Madrid, la policía multó a 199 personas y detuvo a otra por no respetar la cuarentena, dijo el alcalde José Luis Martínez Almeida a la cadena de televisión pública TVE.
Todos los servicios funcionaban con normalidad en el aeropuerto de Madrid Barajas, aunque había muy pocos viajeros y varias tiendas estaban cerradas. Apenas unos pocos pasajeros viajaban en el metro de Madrid y la mayoría llevaba máscaras.
La ministra de Economía, Nadia Calviño, dijo que el consejo de ministros adoptaría el martes un nuevo paquete de medidas para abordar el impacto de la pandemia, protegiendo el empleo y garantizando la liquidez al conjunto de la economía.
Una fuente del Ejecutivo de Pedro Sánchez dijo que las medidas de liquidez incluirían apoyo a pymes y una relajación de la normativa sobre despidos temporales.
Los centros educativos de todo el país permanecen cerrados, por lo que millones de niños se encuentran encerrados en casa. Varias fábricas de automóviles han anunciado ya cierres temporales de producción y el Gobierno ha dicho que instalaciones de sanidad privada se transferirán al sistema público.
Grandes fiestas como las famosas procesiones de Semana Santa de Sevilla en abril o las Fallas de Valencia han sido canceladas por el coronavirus.
Sin embargo, los españoles han mostrado su solidaridad para enfrentar la epidemia. En Madrid y otras ciudades, la gente está saliendo a sus balcones por la noche para aplaudir a los trabajadores de la Sanidad o para entonar canciones tradicionales.
(Información adicional de Jesús Aguado, Elena Rodríguez, escrito en inglés por Ingrid Melander y Nathan Allen, editado en español por Jose Elías Rodríguez y Tomás Cobos)