Por John Stonestreet y Belén Carreño
MADRID (Reuters) - Los principales candidatos a las elecciones generales en España se preparaban para un segundo debate de televisión este martes, después de otra contienda el lunes en el que se acusaron mutuamente de mentir, pero dejaron preguntas abiertas sobre qué acuerdos de coalición podrían llegar a concretarse.
Las elecciones del domingo, unas de las más polarizadas desde el regreso de España a la democracia hace cuatro décadas, se están centrando en apelar a cuestiones emocionales, como la igualdad de género y la unidad nacional. El intento ilegal de independencia de Cataluña en 2017 copa la agenda, en lugar de asuntos como la economía o el cambio climático.
Al apelar al corazón en lugar de a la cabeza, hace que sea poco probable que los candidatos aborden nuevos temas en la segunda ronda del debate este martes.
Ignacio Jurado, profesor de política en la Universidad de York, sugiere que Pablo Casado, del Partido Popular (PP), y Albert Rivera, de Ciudadanos, podrían intercambiar sus papeles después de que el lunes se centraran en atacar al actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Casado podría jugar un rol más agresivo y Rivera moderar sus ataques, según Jurado.
El diario de línea editorial de derechas El Mundo cree que Casado y Rivera desbordaron a Sánchez al hablar de Cataluña, un tema que ha dominado la política nacional en los últimos años.
Sánchez, que tomó el poder en 2018 después de una serie de escándalos de corrupción que afectaron al PP, ha estado más abierto al diálogo con los separatistas catalanes que otros partidos y puede necesitar su apoyo para formar un Gobierno viable.
Pero él ha insistido repetidamente en que la independencia de la región española no está sujeta a discusión.
El diario El País, de orientación progresista, valoró que Sánchez no había perdido el debate, aunque su figura como orador fuera mucho más discreta.
"Sánchez ha cumplido los mínimos. Ha logrado trasmitir su mensaje pero ha estado en exceso rígido y poco ágil", dijo José Fernández-Albertos, politólogo del CSIC del Consejo Nacional de Investigación.
"No hay un ganador claro. Todos se van a casa con la tarea hecha", zanja el politólogo.
Algunos ciudadanos entrevistados por Reuters TV en la mañana del martes creen que los políticos deberían centrarse más en crear empleo y mejorar los beneficios sociales que en enfrentarse por el patriotismo.
"Cataluña, las banderas, España, esas cosas no me llaman. Me preocupa el trabajo, el bienestar, mis familiares y la sociedad en general, especialmente los más indefensos", explica José Antonio.
Jurado afirmó que los candidatos podrían intentar presentarse de manera diferente este martes, pero que los asuntos serán los mismos.
POCO CLARO
Si el liderazgo de Sánchez se ve perjudicado por los debates, el resultado de las elecciones corre el riesgo de volverse aún más imprevisible.
La publicación de los sondeos de opinión terminó el lunes 22 de abril y en una de las últimas encuestas publicadas, en este caso realizada por GAD3 para el periódico ABC, los socialistas obtuvieron el 31,5 por ciento de los votos, lo que le da a Sánchez mucho más margen de maniobra que a otros para pactar una coalición.
Sin embargo, las probabilidades de que tenga que contar con el apoyo de diputados separatistas son muy altas, lo que complica otras alianzas más amplias.
Una potencial coalición del PP de Casado, de Ciudadanos, liderado por Rivera y del partido de extrema derecha Vox, dirigido por Santiago Abascal, sumaría un 45 por ciento de los votos, por encima del bloque de izquierdas pero lejos de la mayoría parlamentaria cuando esos votos se traducen en escaños.
Las encuestas muestran que hasta cuatro de cada 10 votantes aún no han decidido a quién votar.
La principal incógnita es Vox, que puede ganar alrededor de 30 escaños - del total de 350 escaños del parlamento español-, pero que no pudo participar en el debate televisado al no contar con representación parlamentaria.
Durante la retransmisión del debate, Abascal criticó la falta de cobertura de los medios a su partido y la falta de diversidad entre sus principales rivales. Vox traería "orden y libertad" a Cataluña, aseguró.
(Información adicional de Silvio Castellanos; Editado por Ingrid Melander y Angus MacSwan)