Por Fanny Brodersen
KIEL, Alemania (Reuters) - Los alemanes del estado de Schleswig-Holstein, en el extremo norte del país, votan el domingo en la primera de dos elecciones regionales que los socialdemócratas deben ganar si quieren plantear un serio desafío a la canciller Angela Merkel en los comicios nacionales de septiembre.
El Partido Socialdemócrata (SPD, por sus siglas en inglés) vivió un repunte en las encuestas a principios de este año tras elegir al expresidente del Parlamento Europeo Martin Schulz como candidato para enfrentarse a Merkel.
Pero el "efecto Schulz" fracasó en dar resultados en Saarland, donde su partido no obtuvo los apoyos deseados en marzo. En Schleswig-Holstein, el SPD defenderá a un primer ministro regional en el cargo - Torsten Albig - por primera vez desde la nominación de Schulz como líder del partido.
"Si Torsten Albig gana, sea cual sea la constelación de coalición, eso demostrará a la gente que las elecciones de septiembre están abiertas", dijo Hajo Funke, politólogo de la Universidad Libre de Berlín.
Las posibilidades del SPD de ganar a Merkel aumentarán aún más si puede mantener el poder el próximo domingo en Renania del Norte-Westfalia (NRW), una gran región occidental donde las elecciones en el pasado han servido de indicador del estado de ánimo nacional.
El partido izquierdista tiene mucho trabajo por delante.
El jueves, dos sondeos mostraron al bloque conservador de Merkel ampliando su liderazgo sobre el SPD a nivel nacional a seis y siete puntos porcentuales, respectivamente.
El empleo y planes para unos parques eólicos se encuentran entre las preocupaciones regionales en Schleswig-Holstein, un estado de 2,3 millones de votantes que se extiende al norte de Hamburgo y tiene frontera con Dinamarca, donde Albig espera aprovechar los beneficios de ocupar el cargo para retener el poder.
Sin embargo, un sondeo realizado por la encuestadora Forschungsgruppe Wahlen para la cadena nacional ZDF situó el jueves el apoyo para la CDU en el 32 por ciento en Schleswig-Holstein, por delante del 29 por ciento para el SPD.
Ese resultado dejaría una "gran coalición" de poder compartido entre los dos grandes partidos como la única opción de gobierno, un escenario que también podría surgir de nuevo a nivel federal tras las elecciones de septiembre.