NAIROBI, 20 dic (Reuters) - Las fuerzas rebeldes de Tigray que luchan contra el gobierno central se están retirando de las regiones vecinas del norte de Etiopía, declaró el lunes un portavoz, un paso hacia un posible alto el fuego tras 13 meses de brutal guerra.
"Confiamos en que nuestro audaz acto de retirada sea una apertura decisiva para la paz", escribió Debretsion Gebremichael, jefe del Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF, por sus siglas en inglés), el partido político que controla la mayor parte de la región norteña de Tigray.
Su carta a Naciones Unidas pidió el establecimiento de una zona de exclusión aérea para los aviones hostiles sobre Tigray, la imposición de un embargo de armas a Etiopía y a su aliado Eritrea y la fijación de un mecanismo de la ONU para verificar que las fuerzas armadas externas se habían retirado de Tigray.
El portavoz del gobierno etíope, Legesse Tulu, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
La guerra en la segunda nación más poblada de África ha desestabilizado una región ya frágil, enviando a 60.000 refugiados a Sudán, alejando a los soldados etíopes de la devastada Somalia y absorbiendo al ejército de la nación vecina de Eritrea.
Miles de civiles han muerto, unos 400.000 se enfrentan a la hambruna en Tigray y 9,4 millones de personas necesitan ayuda alimentaria en todo el norte de Etiopía como consecuencia del conflicto.
Debretsion dijo que espera que la retirada de las regiones de Afar y Amhara obligue a la comunidad internacional a garantizar la entrada de ayuda alimentaria en Tigray. La ONU acusó con anterioridad al gobierno de aplicar un bloqueo de facto, una acusación rechazada por el Ejecutivo.
"Esperamos que, al retirarnos, la comunidad internacional haga algo sobre la situación en Tigray, ya que no podrán usar como excusa que nuestras fuerzas están invadiendo Amhara y Afar", declaró a Reuters el portavoz del TPLF, Getachew Reda.
(Reporte de Redacción en Adís Abeba; editado en español por Carlos Serrano)