Por Kinda Makieh y Maria Tsvetkova
SOCHI, Rusia (Reuters) - Una conferencia de paz para Siria tuvo un accidentado comienzo el martes, después de que algunos delegados que se oponen al presidente Bashar al-Assad se negaron a salir del aeropuerto al llegar a Rusia, donde se desarrolla el encuentro, y de que el canciller ruso fuera objeto de protestas.
Rusia, un estrecho aliado de Assad, organiza y es anfitrión de lo que ha llamado el Congreso Sirio para el Diálogo Nacional en la ciudad turística de Sochi, en el Mar Negro, que espera que dé pie a negociaciones para redactar una nueva Constitución para Siria.
Pero en un golpe a Moscú, que se ha autodesignado mediador de paz en Oriente Medio, el evento fue boicoteado por el liderazgo de la oposición siria, mientras que potencias como Estados Unidos, Reino Unido y Francia no asistieron por lo que afirman que es el rechazo del Gobierno sirio a involucrarse de forma apropiada.
Los países occidentales respaldan un proceso de paz separado mediado por la ONU, que hasta ahora no ha logrado avances para poner fin a la guerra que entra en su octavo año. La última ronda de conversaciones tuvo lugar en Viena la semana pasada.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, ayudó a abrir la conferencia el martes leyendo un comunicado del presidente Vladimir Putin que decía que ya están dadas las condiciones para que Siria deje atrás "una página trágica" en su historia.
Sin embargo, algunos delegados se pusieron de pie y empezaron a criticarlo, acusando a Moscú de matar a civiles en Siria con sus ataques aéreos.
El incidente fue emitido por la televisión estatal rusa, y en las imágenes se pudo ver cómo dos guardias de seguridad se acercaban a un hombre que estaba en la audiencia y le indicaban que se sentara.
Otros delegados expresaron su respaldo a Rusia, pero Lavrov les dijo que lo dejaran terminar de hablar y que después podrían tomar la palabra.
En otro revés, un grupo de delegados, entre ellos miembros de la oposición armada que volaron desde Turquía, se negaron a salir del aeropuerto de Sochi hasta que retiraran banderas y emblemas del Gobierno sirio.