Las personas que creen tener sobrepeso mostraron ser más propensas a engordar, según estudios de Estados Unidos y Reino Unido, independientemente de si esas percepciones eran o no correctas.
Según indican los resultados, los participantes en los estudios llegaron a comer de más como respuesta ante el estrés, a lo que los autores atribuyeron en gran parte el aumento de peso. En el International Journal of Obesity, los autores publicaron que antes existía la idea de que las personas que pesaban algunos kilos de más estarían más motivadas a cambiar la alimentación o hacer ejercicio.
Sin embargo, aseguran que esa percepción es dudosa, ya que en estudios previos, las personas discriminadas por su peso son más propensas a engordar.
El equipo de Eric Robinson, de la Universidad de Liverpool, Inglaterra, analizó los datos de tres estudios para determinar cómo las percepciones individuales del peso corporal influyen en el aumento de peso en la edad adulta.
Primero, revisaron el índice de masa corporal (IMC) y la evaluación personal del peso de 4.000 personas de entre 18 y 28 años del Estudio Nacional Longitudinal sobre la Salud Adolescente, de Estados Unidos.
Después, el equipo utilizó información demográfica para controlar factores como el sexo, la edad, la etnia, el nivel educativo, los ingresos y la salud.
El 40 por ciento de los participantes pensaba que tenía sobrepeso y ese grupo de adultos jóvenes fue más propenso a engordar en siete años (0,9 puntos más de IMC), independientemente de si tuvieran o no sobrepeso.
Los autores también analizaron los datos del Estudio Nacional de Desarrollo Infantil de Reino Unido, que hizo un seguimiento a 6.740 personas desde los 23 años hasta la mediana edad.El 38 por ciento pensaba que tenía sobrepeso.
Tanto los participantes con sobrepeso y como los de peso normal que pensaban que tenían kilos de más fueron más propensos a engordar (0,8 puntos de IMC en 22 años) que los que creían que no tenían sobrepeso. Este efecto fue mayor en aquellos con sobrepeso basal.
Tras controlar los factores que elevan el riesgo de engordar, el equipo observó que los resultados se debían a los factores psicológicos, de salud o ambientales.
Finalmente, con los datos de 3.372 participantes del Estudio, los autores evaluaron si las personas que decían que tenían sobrepeso comerían en exceso como respuesta al estrés.
Al inicio del estudio, el 67 por ciento pensaba que tenía sobrepeso. El IMC de ese grupo aumentó unos 0,3 puntos en entre 9 y 10 años, comparado con el resto de los participantes. Comer por estrés explicó un porcentaje significativo de ese aumento de peso.
Jane Wardle, psicóloga clínica del University College de Londres, destacó vía correo electrónico la importancia de estos resultados porque una estrategia de salud pública es asegurarse de que las personas que tienen sobrepeso lo reconozcan.
Wardle, que investiga la percepción del peso corporal, explicó que las personas que piensan que tienen sobrepeso postergan el esfuerzo para adelgazar. "Son personas que deciden hacer dieta mientras están comiendo galletitas", sostuvo.