Por Alexandra Valencia
QUITO, 4 oct (Reuters) - Protestas por el fin de subsidios a los combustibles paralizaban el viernes por segundo día el transporte en algunas ciudades de Ecuador, donde unas 350 personas han sido detenidas por los disturbios.
Los manifestantes, encabezados por los transportistas, están molestos con el gobierno del presidente Lenín Moreno, quien una política promercado tras años de un gobierno de izquierda y está alineando sus políticas económicas para cumplir con un con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos 4.200 millones de dólares.
La decisión de eliminar los subsidios al diésel y la gasolina extra, que habían estado vigentes por décadas, provocó violentas protestas en un país con una larga historia de inestabilidad política.
Los servicios de autobuses y taxis continuaban paralizados y la agencia de tránsito del Municipio de Quito advirtió de cierres en calles de varios puntos de la ciudad. Testigos de Reuters vieron a cientos de personas en las calles que trataban llegar a su trabajo caminando o en autos privados.
El jueves, cuando entró en vigencia la medida, manifestantes enmascarados arrojaron piedras y combatieron a la policía en la capital, en los peores disturbios en años en el país petrolero de 17 millones de personas. [nL2N26O1F6]
Los sindicatos de transportistas comenzaron la protesta, pero se fueron sumando grupos indígenas, estudiantes y gremios de trabajadores a lo largo del país.
Tras las manifestaciones, el presidente Lenín Moreno declaró un estado de excepción por 60 días en todo el país y ha dicho que los focos de violencia estaban controlados en las principales ciudades de la nación sudamericana.
"La jornada empezó con vías aún cerradas pero también provincias que recuperan la normalidad", dijo la ministra del Interior, María Paula Romo, en su cuenta de Twitter, al informar que el dirigente del gremio de los taxistas, Jorge Calderón, fue detenido "por paralización de servicio público", junto a otros dirigentes en otras ciudades.
Romo dijo que unas 350 personas fueron detenidas en todo el país hasta la mañana del viernes.
Las Fuerzas Armadas informaron que vehículos militares prestarán servicios de transporte público a la ciudadanía.
TRANSPORTE EN CRISIS
El Gobierno ratificó las decisiones adoptadas que apuntan a reducir un abultado déficit fiscal, que según Moreno, fue heredado del gobierno del expresidente Rafael Correa, mientras que los transportistas argumentan que un aumento de los combustibles implicará elevar los costos de servicios y productos.
La popularidad de Moreno ha caído a menos de la mitad del 60% que tenía al asumir el cargo en mayo del 2017, pero mantiene una posición política firme gracias al apoyo de la elite empresarial, las Fuerzas Armadas y una oposición débil.
Las autoridades económicas quieren ahorrar unos 1.500 millones de dólares con la eliminación de los subsidios, lo que más que duplicó el precio del diésel y elevó en un 30% el de la gasolina extra.
"Todas las modalidades del transporte están en crisis (...)Quiero hacer un llamado al presidente para que dialoguemos y nos sentemos", dijo Luis Vizcaíno, líder del transporte de camiones, a un canal de televisión. "Queremos transparentar la economía, (entonces) transparentemos y liberalicemos los aranceles en todo", agregó.
Junto a la eliminación de los subsidios, Moreno anunció un paquete de reformas tributarias y laborales que tendrán que ser aprobadas por la Asamblea Nacional.
(Información adicional de José Llangarí. Editado por Marion Giraldo)