Por Elaine Lies y Rocky Swift
TOKIO, 30 jun (Reuters) - Japón está estudiando la posibilidad de prorrogar de dos semanas a un mes las medidas de prevención del coronavirus en Tokio y otras zonas, según informaron el miércoles los medios de comunicación japoneses, cuando queda menos de un mes para la inauguración de los Juegos Olímpicos de verano.
La capital japonesa y otras zonas se encuentran bajo un "cuasi" estado de emergencia que se levantará el 12 de julio, pero el reciente aumento de las infecciones preocupa a las autoridades y podría afectar al número de espectadores que pueden acceder a las instalaciones olímpicas.
Mientras los contagios en Tokio ascendían a 714, el nivel más alto desde el 26 de mayo, el diario Mainichi Shimbun afirmó que el Gobierno estaba considerando una prórroga que solaparía las medidas con los Juegos Olímpicos, cuya inauguración está prevista para el 23 de julio tras un año de retraso por la pandemia.
"El número de nuevos contagios se ha mantenido bajo en muchas regiones, pero tiene una tendencia al alza en Tokio", dijo el primer ministro, Yoshihide Suga, en una reunión ministerial sobre la respuesta del Gobierno al coronavirus.
"Tenemos la intención de aplicar a fondo los pasos (existentes) e introducir las medidas necesarias de manera oportuna, mientras observamos cuidadosamente la situación", dijo Suga, sin dar más detalles.
El "cuasi" estado de emergencia limita el número de espectadores a 5.000. Los organizadores de los Juegos Olímpicos han dicho que se permitirá la entrada de hasta la mitad del aforo de los recintos o un máximo de 10.000 espectadores, aunque se ha prohibido la entrada de espectadores extranjeros.
Medios de comunicación informaron de que la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, trabajará desde su casa durante un periodo indefinido tras haber sido dada de alta a primera hora del miércoles del hospital, donde había estado recuperándose de fatiga.
Tokio ha decidido retirar de las vías públicas la primera mitad del relevo de la antorcha olímpica, que durará 15 días, programado en la capital.
Las autoridades han prometido unos Juegos "seguros y protegidos", pero se enfrentan a la persistente resistencia de una parte importante de la población, cuya preocupación se ha visto avivada por dos delegados ugandeses que dieron positivo tras su llegada a Japón.
La cadena pública NHK afirmó que el Gobierno estaba elaborando medidas para que todos los atletas extranjeros en los campos de entrenamiento regionales antes de los Juegos Olímpicos detuvieran el entrenamiento y se mantuvieran en cuarentena en sus habitaciones si uno de su grupo daba positivo.
Esta medida continuará hasta que todos hayan dado negativo en la prueba del virus, añadió la NHK, sin identificar sus fuentes.
Los organizadores de Tokio 2020 indicaron en un correo electrónico que aquellos que den positivo en el aeropuerto serán puestos en cuarentena y las autoridades de las zonas anfitrionas decidirán cómo categorizar a los "contactos cercanos".
Los organizadores también dijeron a Reuters que las atletas que sean madres lactantes podrán llevar a sus hijos a los Juegos Olímpicos de Tokio cuando sea necesario.
Han prohibido que los familiares de los atletas asistan a los Juegos debido a los protocolos de seguridad COVID-19, lo que ha provocado que algunos atletas se quejen de que se ven obligados a elegir entre los Juegos y sus hijos pequeños.
"... Después de considerar cuidadosamente la situación única a la que se enfrentan los atletas con hijos lactantes, nos complace confirmar que, cuando sea necesario, los hijos lactantes podrán acompañar a los atletas a Japón", dijeron los organizadores.
Incluso en el "escenario más optimista", los nuevos casos diarios de Tokio podrían alcanzar los 1.000 en julio, y los 2.000 en agosto, alimentados por una mayor actividad de viajes durante los Juegos, según proyectan investigadores universitarios y el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas
Si las infecciones se aceleran durante o después de los Juegos, la ocupación de camas de hospital en Tokio podría alcanzar su límite en agosto, añadieron.
(Reporte de Elaine Lies, Tim Kelly, Yoshifumi Takemoto y Rocky Swift, Kiyoshi Takenaka; Edición de Raju Gopalakrishnan, Clarence Fernandez, William Maclean, traducido por Tomás Cobos)