LONDRES (Reuters) -El Reino Unido no tendrá más remedio que tomar medidas a menos que la Unión Europea muestre más flexibilidad en las conversaciones sobre las normas comerciales post-Brexit para Irlanda del Norte, dijo el jueves la ministra de Asuntos Exteriores Liz Truss.
Su advertencia a Maros Sefcovic, de la Comisión Europea, es la última de una serie de amenazas que podrían acabar con la introducción por parte de Londres de una legislación para no aplicar el llamado protocolo que rige el comercio en la provincia británica.
Alcanzar un acuerdo que preserve la paz en Irlanda del Norte y proteja el mercado único de la UE sin imponer una frontera terrestre dura entre la provincia británica e Irlanda, Estado miembro de la UE, o una frontera dentro del Reino Unido, fue siempre el mayor reto para Londres al embarcarse en su salida del bloque.
El Gobierno del primer ministro Boris Johnson aceptó un protocolo que creaba una frontera aduanera en el mar entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, pero ahora dice que la burocracia necesaria es intolerable.
El Gobierno conservador lleva meses amenazando con romper el protocolo, lo que aumenta el riesgo de una guerra comercial con Europa en un momento de inflación creciente y provoca preocupación en toda Europa y en Washington.
En una llamada con el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, Truss volvió a argumentar que la falta de acuerdo sobre el llamado protocolo de Irlanda del Norte amenazaba el acuerdo de paz de 1998, que puso fin en gran medida a décadas de violencia sectaria entre los nacionalistas que apoyaban la unificación con Irlanda y los unionistas probritánicos.
"La ministra de Asuntos Exteriores (...) dijo que la situación en Irlanda del Norte es una cuestión de paz y seguridad internas para el Reino Unido, y que si la UE no mostraba la flexibilidad necesaria para ayudar a resolver esas cuestiones, entonces, como Gobierno responsable, no tendríamos más remedio que actuar", señaló un comunicado británico.
"El vicepresidente Sefcovic confirmó que no había margen para ampliar el mandato de negociación de la UE o introducir nuevas propuestas para reducir el nivel general de fricción comercial".
Truss tomó nota de ello "con pesar", según el comunicado.
ENFOQUE COORDINADO
En lo que parece ser una estrategia coordinada, se espera que el ministro británico del gabinete, Michael Ellis, diga al Parlamento Europeo más tarde el jueves que es "enormemente decepcionante" que la UE no cambie su mandato.
En el centro de la disputa hay dos enfoques opuestos sobre lo que se firmó en 2020 como parte del acuerdo de retirada del Brexit de Reino Unido con la UE.
Bruselas dice que el acuerdo se firmó de buena fe y que cualquier renegociación está fuera de lugar. Londres dice que cuando se firmó, había un entendimiento de que podrían ser necesarios algunos cambios si había algún problema comercial para Irlanda del Norte.
El miércoles, el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, dijo que la UE emprendería acciones legales y posiblemente impondría contramedidas si Londres tomaba medidas unilaterales. Añadió que la noticia había "caído muy mal" en toda la UE.
Una fuente conservadora dijo que el anuncio de la legislación interna que suspendería efectivamente el protocolo podría producirse el martes, tras un posible anuncio del primer ministro un día antes.
Downing Street se ha negado repetidamente a decir qué medidas tomaría el Gobierno para desbloquear la situación.
Pero cualquier medida legislativa para suspender el protocolo podría llevar tiempo, ya que tendría que ser aprobada tanto por la Cámara Baja como por la Cámara Alta del Parlamento.
(Reporte de Muvija M; edición de William James; traducido por José Muñoz en la redacción de Gdansk)