Por Yew Lun Tian y Yanni Chow
PEKÍN/HONG KONG, 1 jul (Reuters) - Los sospechosos arrestados por la nueva oficina de seguridad de Pekín en Hong Kong podrían ser juzgados en China, dijo un alto cargo chino el miércoles, una medida que seguramente saltará las alarmas cuando entre en vigor una nueva y controvertida ley de seguridad nacional.
Zhang Xiaoming, director ejecutivo adjunto de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao de Pekín, dijo a los periodistas durante una rueda de prensa que la oficina de seguridad nacional de China se rige por la legislación china y que no se puede esperar que el sistema jurídico de Hong Kong aplique las leyes de la China continental.
"La ley es un regalo de cumpleaños para (Hong Kong) y demostrará su precioso valor en el futuro", dijo Zhang, añadiendo que la ley no se aplicaría con carácter retroactivo.
El artículo 55 de la ley establece que la oficina de seguridad nacional de Pekín en Hong Kong podría ejercer la jurisdicción sobre casos "complejos" o "graves".
La noticia llega un día después de que Pekín revelara todos los detalles de la polémica ley en medio de semanas de incertidumbre y confirma los temores generalizados de que será más dura de lo esperado.
Según la ley, los organismos de seguridad de China tendrán por primera vez su sede oficial en Hong Kong, con facultades que van más allá de las leyes locales de la ciudad.
Las medidas de seguridad eran estrictas cerca del corazón del distrito gubernamental de Hong Kong el miércoles horas después de la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad, mientras la ciudad celebraba el 23 aniversario de la entrega de la antigua colonia británica a China.
La polémica ley castigará los delitos de secesión, subversión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras con penas que pueden llegar hasta la cadena perpetua, lo que augura una era más autoritaria para el centro financiero asiático.
Entre otros detalles que conmocionarán a los activistas de la democracia y los derechos en la ciudad está la prohibición de que los infractores de la ley se presenten a las elecciones y una mayor supervisión sobre las organizaciones no gubernamentales y los grupos de medios de comunicación.
En una ceremonia de izamiento de la bandera para conmemorar el aniversario de la entrega de Hong Kong en 1997, la líder de la ciudad, Carrie Lam, dijo que la ley era el acontecimiento más importante desde el regreso de la ciudad a Pekín.
"También es una decisión inevitable y rápida para restablecer la estabilidad de la sociedad", dijo Lam en el mismo lugar del puerto donde hace 23 años el último gobernador colonial, Chris Patten, un acérrimo crítico de la ley de seguridad, devolvió con lágrimas en los ojos Hong Kong al dominio chino.
Las autoridades de Pekín y Hong Kong han dicho repetidamente que la legislación está dirigida a unos pocos "alborotadores" y que no afectará a los derechos y libertades, ni a los intereses de los inversores.
Los críticos temen que la legislación merme las amplias libertades que se le niegan a los habitantes de la China continental y que se consideran fundamentales para su éxito como centro financiero mundial.
EL "SEGUNDO RETORNO" DE HONG KONG
Algunas autoridades y comentaristas políticos favorables a Pekín dicen que la ley tiene por objeto sellar el "segundo retorno" de Hong Kong a la madre patria después de que el primero no lograra poner bajo control a los residentes de la ciudad.
Luo Huining, el jefe de la oficina de representación de Pekín en Hong Kong, dijo en la ceremonia de izamiento de la bandera que la ley era una "aspiración común" de los ciudadanos de Hong Kong.
Los críticos de la legislación denunciaron la falta de transparencia en torno a sus detalles hasta que se dio a conocer, e incluso Lam, apoyada por Pekín, dijo que no estaba al tanto del proyecto a pesar de que insistió en que la mayoría de la gente no tenía motivos para preocuparse.
La compleja legislación entró en vigor a las 11 p.m. (1500 GMT) el 30 de junio, sin dar a los 7,5 millones de personas de Hong Kong tiempo para digerirla. Algunos activistas prodemocracia renunciaron a sus puestos sólo horas antes de que la ley entrara en vigor, pidiendo que la campaña por la democracia continuara en el extranjero.
"Vi esta mañana que hay celebraciones por la devolución de Hong Kong, pero para mí es un funeral, un funeral por la fórmula 'un país dos sistemas'", dijo el legislador demócrata Kwok Ka-ki.
Los críticos de la ley temen que la nueva legislación acabe con las amplias libertades prometidas a Hong Kong cuando regresó a Pekín bajo la fórmula "un país, dos sistemas".
La vecina Taiwán, a la que Pekín considera parte de China, dijo que había abierto una oficina el miércoles para ayudar a las personas que buscan salir de Hong Kong.
(Información de Yew Lun Tian, Yanni Chow, Twinnie Siu y Pak Yiu; escrito por Anne Marie Roantree; editado por Michael Perry, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)