6 sep (Reuters) - Miles de manifestantes salieron el domingo a la calle en Minsk, Bielorrusia, para pedir la dimisión del presidente, Alexander Lukashenko, demostrando que el movimiento contestatario no pierde fuerza un mes después de los comicios que desataron la ola de protestas.
Los manifestantes desafiaron la advertencia del Gobierno contra las manifestaciones y marcharon delante de soldados y vehículos militares. Lo hicieron portando las banderas rojas y blancas de la oposición y coreando consignas como "¡Márchate!" y "¡Eres una rata!".
La organización de derechos humanos Spring-96 indicó que al menos 70 personas fueron arrestadas, mientras que la agencia rusa de noticias Interfax informó de varios heridos durante la irrupción de la policía a las afueras de una fábrica para disolver una manifestación.
Las protestas se suceden a lo largo del país desde hace un mes, cobrando fuerza durante los fines de semana, especialmente los domingos.
El ministro de Interior bielorruso dijo que 91 personas fueron detenidas el sábado y que reforzaría la seguridad para evitar "la alteración del orden público".
Lukashenko gobierna Bielorrusia desde 1994 y, apoyado por Rusia, su tradicional aliado, ha decidido hacer oídos sordos a la demanda de nuevas elecciones por parte de la líder de la oposición, Sviatlana Tsikhanouskaya.
Tsikhanouskaya, que la semana que viene viaja a Varsovia para reunirse con el primer ministro polaco, indicó el sábado que las protestas son irreversibles.
"Los bielorrusos ya han cambiado, han despertado y es imposible hacerlos volver a su estado anterior".
Occidente, sin embargo, ha tenido que matizar su simpatía hacia el movimiento prodemocracia bielorruso para no provocar la intervención militar rusa.
La crisis ha puesto a prueba la determinación de Europa en un momento en que el continente también está sopesando cómo responder al presunto envenenamiento del líder opositor ruso Alexei Navalny, ingresado en un hospital de Alemania.
Lituania, Letonia y Estonia han impuesto prohibiciones de viaje a Lukashenko y otros 29 funcionarios bielorrusos sin esperar a que el resto de la UE actúe.
(Información adicional de Maria Tsvetkova en Moscú; escrito por Matthias Williams; editado por Peter Graff; traducción de Jorge Martínez)