WASHINGTON/ADEN, 4 feb (Reuters) - Estados Unidos y Gran Bretaña lanzaron ataques contra 36 objetivos de los hutíes en Yemen, en el segundo día de operaciones estadounidenses contra grupos vinculados a Irán, en represalia por un ataque mortal contra tropas estadounidenses el pasado fin de semana.
Los ataques ocurrieron a última hora del sábado y alcanzaron almacenes de armas enterrados, sistemas de misiles, lanzaderas y otros recursos que los hutíes han usado para atacar la navegación en el mar Rojo, dijo el Pentágono.
Se trata de los más recientes golpes en un conflicto que se ha extendido por Oriente Medio desde el 7 de octubre, cuando el grupo militante palestino Hamás asaltó Israel desde la Franja de Gaza, desencadenando una guerra que ha asolado Gaza y ha atraído a toda una serie de grupos armados respaldados por Teherán.
Los residentes dicen que los ataques hicieron temblar los edificios de Saná. El portavoz militar del grupo, Yahya Sarea, dijo que los ataques estadounidenses "no quedarán sin respuesta ni consecuencias". El grupo no anunció víctimas, pero los medios de comunicación dirigidos por los hutíes los calificaron como "los más violentos" hasta la fecha.
Los ataques en Yemen son paralelos a una campaña estadounidense de represalias por la muerte de tres soldados estadounidenses hace una semana en un ataque con drones de militantes apoyados por Irán contra un puesto avanzado en Jordania.
El viernes, Estados Unidos llevó a cabo una primera oleada de represalias, atacando 85 objetivos vinculados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) y a las milicias a las que respalda en Siria e Irak, en los que al parecer murieron unas 40 personas.
La violencia ha aumentado la preocupación por la posibilidad de una nueva escalada. Hasta ahora, Irán ha evitado intervenir directamente en el conflicto, pero grupos a los que respalda han entrado en liza desde Siria, Irak, Yemen y Líbano.
Mahjoob Zweiri, director del Centro de Estudios del Golfo de la Universidad de Qatar, no esperaba un cambio en el planteamiento de Irán ni siquiera tras los últimos ataques estadounidenses.
"Mantienen al enemigo detrás de las fronteras, lejos. No les interesa ningún enfrentamiento militar directo que pueda provocar ataques contra sus ciudades o su patria. Mantendrán ese statu quo", declaró a Reuters.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní afirmó que los últimos ataques contra Yemen constituían "una flagrante violación del derecho internacional por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña", y advirtió de que la continuación de tales ataques era una "preocupante amenaza para la paz y la seguridad internacionales".
El Pentágono ha dicho que no quiere la guerra con Irán y que tampoco cree que Teherán la quiera. Los republicanos estadounidenses han estado presionando al presidente Joe Biden, demócrata, para que asestara un golpe a Irán directamente.
(Contribución de Andrew Mills en Doha y Tala Ramadan en Dubai. Edición en español de Javier López de Lérida)