Por Philip Blenkinsop y Foo Yun Chee
BRUSELAS (Reuters) - Los líderes de la Unión Europea apoyarán un riguroso conjunto de términos de divorcio para Gran Bretaña en la cumbre que se celebra el sábado, en una inusual muestra de unidad ante la adversidad, pero siendo conscientes de que las fricciones pueden aparecer cuando empiecen las negociaciones.
En la primera reunión desde que la Primera Ministra británica Theresa May iniciase oficialmente una cuenta atrás de dos años para el Brexit a finales de marzo, los otros 27 líderes de la UE no necesitarán mucho tiempo en un almuerzo en Bruselas para aprobar un conjunto de directrices de negociación de ocho páginas elaboradas por sus diplomáticos durante el mes pasado.
Las propuestas comprometerán a su principal negociador, el francés Michel Barnier, a buscar un acuerdo que garantice los derechos de 3 millones de expatriados de la UE que viven en Gran Bretaña, asegure que Londres pague decenas de miles de millones de euros que Bruselas argumenta que debe y que evite desestabilizar la paz creando una dura frontera UE-Reino Unido a través de la isla de Irlanda.
También descartan discutir el acuerdo de libre comercio que May reclama en tanto en cuanto no vean un progreso en los términos clave de la salida de la UE.
"Antes de discutir el futuro, tenemos que resolver nuestro pasado", dijo el presidente de la cumbre, Donald Tusk, al inicio de la reunión.
En una señal de cómo el voto del Brexit del año pasado ha puesto en entredicho la unidad del propio Reino Unido, los líderes también ofrecerán al primer ministro irlandés Enda Kenny una promesa de que si Irlanda del Norte, que votó en contra de Brexit, alguna vez se reunifica, estará automáticamente en la UE.
Los líderes podrían dedicar más tiempo a las discusiones sobre qué criterios pueden utilizar para juzgar, en otoño, si el país ha hecho progresos suficientes para justificar el inicio de las conversaciones comerciales. También pueden hablar sobre cómo manejar una transición, después de que Gran Bretaña abandone en 2019, hacia una nueva relación que probablemente llevará muchos años más finalizar.
La decisión sobre lo que sería "suficiente" es el tipo de debate que puede envenenar las relaciones, ya que los 27 tratan de proteger los intereses nacionales. También serán polémicos los países que recogerán los "premios" de alojar dos agencias de la UE que habrán de ser trasladadas desde Londres.
Con la mayoría de los 27 ofertando alojar a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y varios países queriendo albergar la Autoridad Bancaria Europea (ABE), Tusk y el jefe ejecutivo de la UE, Jean-Claude Juncker, propondrán criterios para decidir los traslados.
"Necesitamos permanecer unidos", dijo Tusk. "Sólo entonces podremos concluir las negociaciones, lo que significa que nuestra unidad también le interesa al Reino Unido".
"Estamos extraordinariamente unidos", dijo a Reuters un líder nacional que estará en la mesa. "Pero siempre es fácil estar unido en lo que quieres antes de empezar a negociar".