MADRID (Reuters) - Los partidos independentistas no lograron el martes un acuerdo preelectoral para ir en coalición a los comicios autonómicos del 21 de diciembre, lo que en principio dificultaría un gobierno en la región y podría dañar los intereses de los independentistas.
Pese a que el presidente catalán destituido, Carles Puigdemont, abogó hasta última hora desde Bruselas por una lista única, los partidos proindependencia PDeCat y ERC que han gobernado los últimos dos años en coalición en Cataluña no alcanzaron un acuerdo para presentar alianzas antes de que expirara el plazo a medianoche del martes.
Aunque aún tienen diez días para plantear "agrupaciones de electores" y podrían darse también acuerdos poselectorales, la falta de un plan para hacer campaña conjunta podría dar lugar a una crisis de liderazgo en el frente independentista, que se ha visto plagado en los últimos meses de diferencias estratégicas entre los partidos.
El gran beneficiado electoralmente, según los sondeos, en estas elecciones convocadas por el Gobierno español será Esquerra Republicana de Catalunya, con el encarcelado exvicepresidente regional Oriol Junqueras al frente, que superará al Partido Demòcrata Europeo de Catalunya (PDeCat) de Puigdemont.
Un sondeo de La Vanguardia publicado el domingo dio a ERC entre 45 y 46 escaños del Parlament, compuesto de 135, mientras que el PDeCat saldría muy perjudicado al obtener entre 14 y 15 asientos en una cámara en la que en el pasado y bajo otras siglas solía ser el partido nacionalista más votado.
Ambos podrían repetir tras los comicios de diciembre el frente soberanista de los dos últimos años con los anticapitalistas de la CUP, pero los últimos sondeos muestran que la mayoría absoluta de 68 escaños podría no estar asegurada.
"Ante la imposibilitad de una candidatura unitaria, tendremos que crear un frente común diferenciado", dijo el portavoz de ERC Sergi Sabrià el martes por la noche en un comunicado.
Las elecciones anticipadas de diciembre forman parte de las medidas de intervención del Gobierno de Mariano Rajoy en la región a raíz de la convocatoria de un referéndum soberanista y la posterior declaración unilateral de independencia el 27 de octubre.