Por Karolina Tagaris
ATENAS (Reuters) - Los refugiados y migrantes con discapacidad no están siendo identificados de manera apropiada en Grecia y tienen un acceso precario a servicios básicos como los aseos, la comida o la atención médica, alertó Human Rights Watch (HRW) el miércoles en un informe.
Alrededor de 60.000 refugiados y migrantes viven en campamentos oficiales y provisionales en Grecia. Human Rights Watch dijo que las condiciones allí son "deplorables y volátiles".
"Las personas con discapacidad están siendo ignoradas en lo relativo a los servicios básicos, a pesar de estar entre los refugiados y migrantes con mayor riesgo", dijo la directora de derechos de las personas con discapacidad de esta organización con sede en Nueva York, Shantha Rau Barriga.
El grupo de derechos humanos instó a las autoridades a trasladar a cualquier persona con discapacidad viviendo en tiendas durante el invierno a casas prefabricadas con calefacción, y dijo que su situación extrema era una "señal de alarma para que la ONU y la UE empiecen a tomarse el asunto más seriamente".
También pidió a la UE que aumente sus esfuerzos y proporcione recursos adicionales al país, muy afectado por las medidas de austeridad.
HRW dijo que los usuarios en silla de ruedas no podían acceder a los grifos y las duchas al aire libre de los campamentos que visitó. Una mujer siria de 85 años en silla de ruedas dijo a la organización que no se había duchado en un mes porque no le era posible acceder a las instalaciones.
En muchos campamentos tampoco había rampas para los aseos y, en otras partes, el terreno pedregoso y desigual impedía que algunas personas accedieran a los aseos con rampas, señaló.
Los refugiados con discapacidad se enfrentan a diversos obstáculos, según la organización. En un caso, un hombre sirio sordo de 24 años cuyos audífonos se estropearon al cruzar el mar Egeo en barca inflable en febrero tuvo que esperar hasta octubre para recibir otros nuevos.
Preguntado por el informe antes de su publicación, un portavoz del Ejecutivo, Giorgos Kyritsis, dijo que Grecia lo está haciendo "lo mejor que puede" y reconoció que "es muy probable que no hayamos logrado satisfacer las necesidades (de las personas con discapacidad)".
Roland Schoenbauer, un portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Grecia, dijo: "ACNUR está de acuerdo en que la mayoría de las ubicaciones gestionadas por el Gobierno no cumplen los estándares para acoger a las personas con necesidades específicas... Por eso hemos priorizado a las personas con discapacidad en nuestro sistema de acogida".
El informe, basado en entrevistas con 40 refugiados, solicitantes de asilo y migrantes por toda Grecia, dijo que en los apresurados procedimientos de registro las personas con discapacidad no eran identificadas propiamente.
"Si no lo dices tú mismo, nadie te lo preguntará", dijo un profesional médico que trabaja para Médicos Sin Fronteras cuyas declaraciones están recogidas en el informe. "Si es una discapacidad que no es obvia, visible, incluso si un refugiado informa de ello, no se registrará".
El grupo de derechos humanos citó el caso de una pareja de iraquíes veinteañeros a los que no se les permitió registrar sus discapacidades porque no tenían un certificado médico que lo probase, a pesar de que saltaba a la vista que les costaba mantenerse en pie y caminar.
"Las autoridades griegas, la UE, Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias deberían asegurarse de que las personas con discapacidad dejen de ser algo secundario", dijo Barriga, de HRW.