GIRONA/BARCELONA, 1 oct (Reuters) - A primera hora del martes se concentraron los primeros manifestantes en la ciudad catalana de Girona para conmemorar el segundo aniversario de un polémico referéndum de independencia que había sido prohibido por la justicia española. Algunos de los asistentes tiraron huevos a la policía autonómica y derribaron contenedores de basura.
Las tensiones entre los separatistas de la región y Madrid se han intensificado en los últimos días después de que la Audiencia Nacional enviara a siete activistas catalanes a la cárcel al sospechar que estos planeaban actos violentos en las dirigidos a la independencia de Cataluña. [nL5N26H5WD].
Las protestas servirán para medir la fuerza del movimiento independentista, uno de los mayores retos para España durante años, especialmente desde que la región declaró ilegalmente su independencia en 2017.
El movimiento separatista ha sido hasta ahora pacífico, pero los siete detenidos la semana pasada estaban supuestamente vinculados con los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), que han organizado protestas periódicas en toda Cataluña desde que los líderes del procés fueron arrestados tras la declaración de independencia.
Las protestas por el aniversario del 1 de octubre se producen a la espera de la sentencia del Tribunal Supremo, previsiblemente en las próximas dos semanas, sobre el papel de estos líderes en el intento fallido de secesión.
La fugaz declaración de independencia, que provocó la intervención de la autonomía por el Gobierno central, desencadenó la mayor crisis política de España en décadas y sigue dominando la política nacional.
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, dijo el martes que Madrid no dudaría en aplicar de nuevo en Cataluña el artículo 155 de la Constitución si el Govern incumple la ley. [nL5N26H5EO]
"Espero no llegar a ese extremo, no tiene que llover sobre mojado", dijo Sánchez en una entrevista con la cadena Cadena Ser.
Hasta ahora, los líderes separatistas se han negado a condenar las supuestas acciones de los siete activistas arrestados la semana pasada, señalando que las autoridades de Madrid están tratando de presentar a los separatistas como un movimiento violento, una etiqueta que ellos rechazan.
"RESISTENCIA NO VIOLENTA"
"Sólo hay una vía (para conseguir la independencia)... que es la resistencia cívica y no violenta", dijo el expresidente de la región, Carles Puigdemont, a la radio pública catalana el martes.
Pero los líderes políticos nacionales insisten en que los políticos separatistas catalanes deben condenar las presuntas intenciones de los detenidos.
"Lo que pido a los independentistas catalanes es que no jueguen con fuego. No condenar la violencia, cualquier indicio de violencia, venga de donde venga, incluso también venga de elementos radicales del independentismo", dijo Sánchez.
La policía acordonó la estación de tren y otros edificios clave en Girona donde tuvo lugar la protesta, a la que asistieron unas 150 personas. Esta fue organizada por los CDR y otras entidades.
El movimiento separatista se encuentra en una encrucijada y está dividido en cuanto al rumbo a seguir: entre las posibles rutas se manejan otra consulta popular sobre la independencia sin permiso de las autoridades españolas o a un mayor diálogo con Madrid.
"VENCEREMOS"
"Nacimos para defender un referéndum. Crecimos para defender una república. Seremos nosotros los que hagamos temblar al enemigo. Y ganaremos. No tengáis dudas", dijeron los CDR en un manifiesto sobre el aniversario del referéndum publicado en Twitter.
Los Mossos no realizaron detenciones en Girona, pero pidieron a una persona que se identificara tras arrojar pintura a algunos agentes, dijo un portavoz de la policía catalana, añadiendo que se había reforzado la seguridad en los alrededores de la estación de tren y otros edificios oficiales.
Está previsto que a lo largo del martes se celebren más actos, incluido un mitin en Barcelona por la noche, con la presencia reforzada de la policía en la principal estación de tren.
En vísperas del aniversario, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, calificó el 1 de octubre como el inicio de "un viaje imparable hacia una república catalana".
Al ser preguntado sobre la afirmación de Pedro Sánchez relativa a la posibilidad de un nueva intervención de la región, el expresidente catalán, Carles Puigdemont, autoexiliado en Bélgica desde la fallida declaración de independencia, dijo que no existían razones que lo justificasen y lo calificó de pose antes las elecciones generales de noviembre.
La manifestación de la Diada o día nacional de Cataluña que en los últimos años se ha convertido en una masiva movilización independentista, reunió el mes pasado en Barcelona una multitud menor de lo habitual. Los organizadores dijeron que había sido la protesta secesionista más "difícil" desde que se inició en 2012, debido a las divisiones entre los partidos separatistas y a la falta de una hoja de ruta clara para la independencia.[nL5N1VX53U]
(Información de May Ponzo, Jordi Rubio y Joan Faus; editado por Ingrid Melander y Larry King; traducido por Tomás Cobos y Laura Hijón en la redacción de Madrid)