Por Joori Roh y Cynthia Kim
SEÚL (Reuters) - El anuncio de Corea del Norte de suspender sus pruebas nucleares y de misiles fue recibido el sábado con escepticismo por muchos surcoreanos, poniendo de relieve el riesgo político que enfrenta el presidente de Corea del Sur mientras emprende el último impulso por la paz en la península.
Corea del Norte suspenderá de forma inmediata los ensayos nucleares y cerrará un sitio de pruebas para buscar el crecimiento económico y la paz, dijeron los medios estatales norcoreanos.
Pero en Corea del Sur, que técnicamente todavía está en guerra con su imprevisible y aislado vecino del norte, mucha gente de la calle expresó su escepticismo sobre la sinceridad del anuncio y enfatizó la necesidad de ser prudentes.
"Una declaración es sólo una declaración", dijo a Reuters Kim Han-nuri, un estudiante de 23 años, en el centro de Seúl en un mañana de sol primaveral.
"A menos que haya un cambio en su sistema dictatorial, no creo que podamos confiar completamente en lo que dice Corea del Norte porque no es un país normal ... No creo que podamos establecer relaciones diplomáticas normales y nuestra seguridad no puede estar 'garantizada'".
Los surcoreanos han vivido durante décadas bajo la amenaza de guerra con su hostil vecino, que ahora tiene armas nucleares.
También han visto como varios intentos anteriores de reconciliación que generaron esperanzas de paz terminaron en una vuelta a la acritud.
Las encuestas sugieren que los surcoreanos ven cada vez con más indiferencia la amenaza de guerra y que están principalmente preocupados por cuestiones más mundanas como el empleo y las presiones que han acompañado el rápido desarrollo de Corea del Sur desde la década de 1950.
El liberal Moon Jae-in ganó las elecciones presidenciales el año pasado prometiendo un acercamiento moderado a Corea del Norte.
Pero nadie esperaba la velocidad con la que las relaciones han mejorado desde que el líder norcoreano Kim Jong Un hizo un discurso conciliatorio de Año Nuevo a finales del año pasado, tras meses de gran tensión por su programa armamentístico.
Moon, que se está preparando una cumbre con Kim este mes, sigue siendo popular, pero los votantes desconfían de las intenciones de Corea del Norte y algunos lo juzgarán con dureza si le ven lanzándose a ciegas a los brazos de Corea del Norte.