Por Richard Balmforth y Dominique Vidalon
PARÍS (Reuters) - Los votantes franceses pueden esperar un "combate mano a mano" verbal cuando el centrista Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen se enfrenten el miércoles en un debate televisado, su último encuentro antes de la segunda vuelta del domingo en la que se elegirá al próximo presidente.
Las encuestas de opinión muestran una clara ventaja de 20 puntos para Macron, de 39 años, frente a la líder del Frente Nacional, a sólo cuatro día del voto final, en las que para muchos son las elecciones más importantes de Francia en décadas.
Los votantes deberán elegir entre Macron, un exbanquero con convicciones europeístas que quiere reducir la intervención del Estado en la economía y proteger al mismo tiempo a los trabajadores, y Le Pen, una euroescéptica que quiere abandonar el euro e imponer frenos a la inmigración.
Macron quedó en la primera vuelta del 23 de abril solo tres puntos por delante de Le Pen, pero se espera que ahora tome el grueso de los votos de los socialistas y del centroderecha, cuyos candidatos fueron eliminados.
Aunque Le Pen está lejos de reducir la distancia con Macron, la campaña del 2017 al Elíseo ha estado llena de sorpresas, los enfrentamientos verbales entre los dos se han recrudecido y la veterana de 48 años del Frente Nacional ha demostrado que es capaz de ponerlo en evidencia con sus inteligentes maniobras de relaciones públicas.
El cara a cara final entre los rivales es una cita ineludible en Francia, donde los candidatos intentan captar a los indecisos. Se espera que más de 20 millones de espectadores lo sintonicen, sobre una población de votantes de cerca de 47 millones.
Macron advirtió de que no se morderá la lengua contra una rival cuyas políticas -sobre todo las estrategias contra el euro y la inmigración - dice que son peligrosas para Francia.
"No voy a usar clichés o insultos. Usaré el cuerpo a cuerpo para demostrar que sus ideas representan soluciones falsas", dijo a BFM TV.
Le Pen, que tacha a Macron de candidato de las altas esferas financieras enmascarado como liberal, dijo: "Yo defenderé mis ideas. Él defenderá la postura que ha adoptado".
"Su programa parece muy vago, pero en realidad es una continuación del Gobierno del (presidente socialista) François Hollande", dijo en una entrevista con Reuters.