Por Rodrigo De Miguel
MADRID (Reuters) - Madrid comenzó el viernes a imponer unas ambiciosas restricciones al tráfico en el centro de la ciudad pese las críticas contra su plan para mejorar la calidad del aire en una de las capitales con más contaminación en Europa.
Policías en decenas de puntos de entrada a los casi 5 km cuadrados del denominado Madrid Central - que abarca zonas turísticas como la Gran Vía -, se aseguran de que no entre ningún vehículo sin distintivo ambiental, los más contaminantes. Sólo los híbridos y eléctricos podrán circular libremente.
Alrededor del perímetro, el tráfico fue intenso el viernes con pitidos y colas en algunos puntos, pero apenas difería de cualquier otro día porque los coches no autorizados a entrar en el área de bajas emisiones permanecieron alejados.
La iniciativa busca reducir unos altos niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) que incumplen la normativa europea desde 2010 y reducir la distancia frente a otras grandes capitales como Londres, París, Oslo o Berlín, que ya han impuesto restricciones para mejorar la calidad del aire.
Sin embargo, el plan ha sido recurrido ante la justicia por parte del conservador Partido Popular, que gobierna en la región de Madrid y que ha intentado frenar la aplicación de la medida alegando la falta de informes preceptivos antes de la aprobación de la normativa municipal.
Inés Sabanés, Delegada del Área de Gobierno de Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento, hizo caso omiso de los riesgos legales y dijo que la ciudad seguirá adelante con más medidas pese a que la tendencia global se esté agrietando después de que el presidente Donald Trump sacara a Estados Unidos de un plan mundial para reducir el calentamiento global.
"No nos lo podemos permitir (esa involución de las políticas medioambientales) ni las ciudades ni la salud del planeta", dijo.
Los coches diésel y gasolina más modernos pueden circular por Madrid Central siempre que estacionen en un aparcamiento público subterráneo.
Los detractores de la medida, entre los que hay colectivos de transportistas y comerciantes, dicen que está plagada de excepciones y moratorias que pueden minar su efectividad. Por ejemplo, los residentes del centro pueden usar cualquier tipo de vehículo en el área, incluidos modelos diésel antiguos, y también los propietarios de casas en la zona que no sean residentes. Las motocicletas pueden entrar con un horario diurno limitado.
Los agentes municipales vigilarán el acceso durante los dos primeros meses de prueba, y no se aplicarán multas hasta marzo, cuando un sistema informático asumirá por completo la gestión de las sanciones.
"Estoy muy contento con las medidas porque creo que va a limpiar un poco el aire en el centro de la ciudad", dijo Adrián Beatón, un estudiante de Máster en el centro de la ciudad que habitualmente usa el transporte público.
(Editado por Andrei Khalip)