CARACAS (Reuters) - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, exhibió el jueves ejemplares de los billetes y monedas que estrenará el país y dijo que las nuevas denominaciones están listas para circular, aún cuando los venezolanos cargados de billetes de 100 bolívares, ya casi fuera de circulación, se quedaron esperando.
El Banco Central (BCV) había dicho previamente que a partir del 15 de diciembre se introducirían paulatinamente en la economía petrolera los billetes de 500, 1.000, 2.000, 10.000 y hasta 20.000 bolívares; y las monedas de 10, 50 y 100, para aligerar las engorrosas operaciones con efectivo.
Pero el jueves, miles de venezolanos que tuvieron que apresurarse a canjear o depositar en la banca sus billetes de 100 bolívares -el de mayor poder de compra-, en un operativo de 72 horas antes de que salieran de circulación, en el mejor de los casos, recibían otros de denominaciones menores en pequeñas cantidades.
Desde el martes los venezolanos han tenido que formar largas colas para deshacerse de sus billetes de 100 "bolos", después de que el mandatario decretase su salida de circulación, alegando que era necesaria para combatir el contrabando de papel moneda venezolano en la frontera con Colombia.
Sin embargo, el jueves los cajeros automáticos todavía entregaban billetes de 100 bolívares.
"Ha sido un gran éxito el operativo de 72 horas", dijo el presidente en un discurso televisado. "En el transcurso de esta semana, y la última semana de diciembre y la primera de enero, irán entrenado los nuevos billetes", dijo mostrando los billetes, que son exactos a las anteriores, pero con colores diferentes.
El mandatario agregó que las monedas y los billetes de 500 bolívares ya están siendo distribuidos.
Una vez concluida la primera fase del operativo para sacar de circulación el billete de 100 unidades, el que más circulaba en la economía, los venezolanos tendrán cinco días para canjear sus notas remanentes en las sedes del BCV. Se habían decretado 10 días para esto, pero el mandatario anunció el cambio.
También ordenó prorrogar por 72 horas el cierre de las fronteras con Colombia y Brasil, que inició el martes.
El mandatario sostiene que la oposición, apoyada por Estados Unidos, ataca la economía local para sabotear su administración, pero economistas dicen que las políticas del gobierno socialista son responsables de la escasez, la recesión y la inflación de tres dígitos que ha pulverizado la moneda.