Por Joseph Guyler Delva
PUERTO PRÍNCIPE (Reuters) - Los disturbios en Haití se agravaron el viernes luego de que una turba lapidó a un ex combatiente, días antes de que el presidente Michel Martelly deje su cargo sin que el país haya escogido a su sucesor.
Un testigo Reuters dijo que vio a una multitud atacando a un hombre desarmado que vestía ropas verdes de estilo militar, quien era uno de los combatientes paramilitares retirados que recorrían las calles de la capital el viernes. Los paramilitares derrocaron al ex presidente Jean-Bertrand Aristide en un golpe de Estado en el 2004.
"Estamos listos para luchar contra los ex militares, ellos nos mataron en el 2004, nunca dejaremos que eso ocurra nuevamente", dijo Wesner Morin, un manifestante opositor de 37 años de la barriada de Bel Aire.
Martelly debe dejar su cargo el domingo, pero una dividida clase política no ha logrado formar un gobierno provisional para reemplazarlo luego de que el balotaje para escoger a su sucesor fue cancelado el mes pasado en medio de hechos de violencia y acusaciones de fraude.
La crisis reabrió las antiguas divisiones de la sociedad haitiana, con los manifestantes opositores pobres pidiendo que el izquierdista Aristide regrese como líder provisional y los ex combatientes respaldando a Martelly.
Aristide disolvió el Ejército en 1995 en un intento por poner fin al dominio de los militares sobre la política haitiana, que se remontaba desde la independencia del país hace dos siglos. Martelly animó a los ex soldados al adoptar medidas para reactivar a las Fuerzas Armadas.
Grupos de envejecidos ex combatientes conducían en caravana el viernes por la capital, algunos agitaban sus armas y disparaban al aire.
Hasta que la policía se llevó su cadáver, el cuerpo del veterano permaneció en la calle sobre un charco de la sangre que salía desde su cabeza. Un pequeño letrero con la imagen del candidato oficialista Jovenel Moise fue pegado en su nuca.