HONG KONG, 24 oct (Reuters) - Manifestantes de Hong Kong tienen previsto concentrarse el jueves por la noche para mostrar solidaridad con las movilizaciones en Cataluña tras las condenas de prisión a nueve líderes independentistas, mientras un representante chino denunció los meses de "violencia desquiciada" en la ciudad gobernada por China.
Las protestas en Cataluña han compartido algunas características con las manifestaciones en Hong Kong, donde millones de personas han salido a las calles durante cinco meses para mostrar su enfado contra el —en su opinión— creciente control chino de la ciudad.
La mayoría de los manifestantes en Hong Kong quieren más democracia, entre otras demandas, aunque una pequeña minoría está pidiendo la independencia, una línea roja para los líderes del Partido Comunista en Pekín.
"Cada vez está más claro que no se trata de una manifestación pacífica en Hong Kong, sino de un delito de una violencia desquiciada", dijo Xie Feng, comisario del Ministerio de Relaciones Exteriores de China en Hong Kong, en un discurso pronunciado el jueves.
"... El verdadero propósito de la oposición de Hong Kong y de las fuerzas extranjeras que la respaldan es desbaratar Hong Kong, derrocar al gobierno legítimo y tomar el poder. Se trata de convertir a Hong Kong en una entidad política independiente o semiindependiente y subvertir la idea de 'un país, dos sistemas'. Esto es una ilusión. Hong Kong es el Hong Kong de China".
La independencia también es un tema polarizador en Cataluña, que, como Hong Kong, tiene más de 7 millones de habitantes, su propio idioma y un parlamento propio.
Pero muchos residentes de Hong Kong están indignados por el control de China sobre el territorio, que en su opinión va en aumento.
Un cartel que anunciaba la manifestación de solidaridad del jueves con los manifestantes en Cataluña contenía el lema "Unidos contra la tiranía".
Algunos manifestantes ondearon la bandera catalana en una concentración de Hong Kong el domingo, mientras que activistas en la región nororiental de España adoptaron algunas de las tácticas utilizadas por los ciudadanos del territorio chino.
En Cataluña tuvo lugar una huelga general el viernes, y los manifestantes se han centrado en objetivos estratégicos, incluido el aeropuerto internacional de Barcelona, de manera similar a lo ocurrido en la antigua colonia británica.
Algunos manifestantes de Hong Kong instaron a través de internet a la gente a no asistir a la muestra de apoyo al movimiento catalán del jueves, diciendo que era demasiado provocador y que se corre el riesgo de mermar el apoyo internacional a su propia causa.
Las autoridades de Hong Kong prohibieron formalmente a un grupo que promovía la independencia de China en septiembre del año pasado, lo que suponía la primera prohibición de una organización política desde el traspaso de poderes de Reino Unido a China.
Según los términos del relevo, que tuvo lugar en 1997, a Hong Kong se le permitió conservar amplias libertades que no se disfrutaban en la China continental bajo una fórmula de "un país, dos sistemas", que incluye un poder judicial independiente y el derecho a manifestarse.
La asamblea de Hong Kong retiró formalmente el miércoles el plan que habría permitido las extradiciones a la China continental, el proyecto de ley que desencadenó los disturbios, aunque es poco probable que la medida ponga fin a las protestas porque satisface solo una de las cinco demandas de los manifestantes a favor de la democracia, que incluyen el sufragio universal.
(Escrito por Anne Marie Roantree y Nick Macfie; editado por Simon Cameron-Moore; traducido por Tomás Cobos y Andrea Ariet)