Por Vimvam Tong y Felix Tam
HONG KONG (Reuters) - Cientos de manifestantes de Hong Kong paralizaron el funcionamiento de los trenes durante la hora punta de la mañana del martes, causando el caos en los desplazamientos a la ciudad en la última campaña antigubernamental contra la ex colonia británica.
Lo que comenzó hace tres meses como manifestaciones en contra de un proyecto de ley de extradición que habría permitido que los ciudadanos de Hong Kong fueran enviados a China continental para ser juzgados, se ha convertido en una reacción más amplia contra el gobierno de la ciudad y sus dirigentes políticos en Pekín.
Las protestas se han producido casi a diario, a veces con poca antelación, lo que ha perturbado la economía, ha aumentado la presión sobre el hostigado gobierno de la ciudad y ha puesto a prueba al cuerpo policial, al que algunos han acusado de utilizar una fuerza excesiva.
Los activistas bloquearon las puertas de los trenes, causando estragos durante el servicio ferroviario y obligando a cientos de viajeros a salir de las estaciones de ferrocarril en busca de transporte alternativo.
"No sabemos cuánto tiempo vamos a quedarnos aquí, no tenemos un líder, como pueden ver es un movimiento de masas", dijo Sharon, una manifestante encapuchada de 21 años que se negó a dar su nombre completo.
"No queremos molestar a la gente, pero tenemos que hacer que las autoridades entiendan por qué protestamos. Continuaremos con esto todo el tiempo que sea necesario".
(Información de Sumeet Chatterjee, Vimvam Tong y Felix Tam; escrito por Anne Marie Roantree y Farah Master; editado por Simon Cameron-Moore, Robert Birsel; traducido por Laura Hijón en la redacción de Gdynia)