Por Caroline Pailliez
LA ROCHELLE, Francia, 29 nov (Reuters) - El capitán de remolcador Jean-Yves Lagarde debería estar a solo 10 años de jubilarse gracias a unas prestaciones especiales para los marineros que se remontan al siglo XVII. Pero la aspiración del presidente Emmanuel Macron de simplificar el bizantino sistema de pensiones de Francia puede frustrar su plan.
El curtido marinero, de 45 años, pasó una década atravesando los océanos del mundo en barcos de carga, encontrándose con piratas en Asia y trabajando a temperaturas sofocantes bajo cubierta antes de regresar a la ciudad portuaria de La Rochelle para luchar contra las tormentas del Atlántico.
Una carrera que se desarrolla en condiciones penosas merece la jubilación anticipada que se concede a los marineros, según Lagarde. Enfadado porque podría perder sus privilegios, Lagarde se unirá a una huelga nacional el 5 de diciembre convocada por los sindicatos del sector público para obligar a Macron a dar marcha atrás.
"Después de todo, tenemos un plan de pensiones que ha resistido la prueba del tiempo durante cuatro siglos", dijo Lagarde, dirigiendo su remolcador hacia un mar agitado.
El enfrentamiento con los sindicatos marcará la pauta para la segunda mitad del mandato de Macron, en la que se preparan más reformas, incluida una revisión de las prestaciones de desempleo, mientras aumenta el descontento en los hospitales, en la policía y en las escuelas.
Los marineros están cubiertos por el primer régimen de pensiones de Francia, establecido en 1673 durante el reinado de Luis XIV para cuidar de los marineros incapacitados en el mar.
Tienen derecho a jubilarse con una pensión completa a la edad de 52,5 años —casi una década antes que el trabajador normal— si han trabajado durante 37,5 años.
Es uno entre una docena de "regímenes especiales" con diferentes edades de jubilación y beneficios que cubren, entre otros, a los trabajadores ferroviarios, bailarines de la Ópera de París y comediantes. En total, el sistema de pensiones comprende más de 40 planes diferentes.
Macron dice que el sistema es injusto. Quiere un sistema único, basado en puntos, en virtud del cual, por cada euro aportado, todos los pensionistas tengan los mismos derechos.
PARO NACIONAL
No será fácil. Casi una de cada dos personas se opone a la reforma de las pensiones de Macron, según una encuesta de Elabe de este mes.
Mientras el Gobierno finaliza el proyecto de ley, los sindicatos del transporte están tramando una importante perturbación de la red ferroviaria, los puertos y los aeropuertos de Francia el 5 de diciembre y quizás más adelante. Maestros, médicos de urgencias y camioneros se están uniendo.
Después de las últimas conversaciones esta semana, el primer ministro Edouard Philippe prometió a los sindicatos que no habría una transición brutal del antiguo al nuevo régimen. Pero el Gobierno mantendría su curso, dijo.
La última vez que un presidente francés se enfrentó a los sindicatos por regímenes de pensiones especiales, terminó mal. En 1995, las huelgas paralizaron París y el primer ministro Alain Juppe retiró las reformas en una dura derrota de la que no se recuperó.
Después de Grecia e Italia, Francia es el tercer país que más gasta en pensiones entre los países desarrollados, con un gasto del 14% de la producción nacional en pensiones, según datos de la OCDE. En comparación, Alemania gasta el 10%, Estados Unidos el 7% y Reino Unido el 6%.
(Información de Caroline Pailliez; Escrito por Richard Lough; Editado por Mike Collett-White. Traducido por Emma Pinedo)