Por Kylie MacLellan y William James
LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, prometió el lunes mantener su polémico proyecto de divorcio con la Unión Europea, mientras los diputados disidentes en su propio partido intentan activar una moción de censura en su contra.
Desde que alcanzó un principio de acuerdo el martes pasado, May se ha enfrentado a la crisis más peligrosa de su mandato, incluyendo la dimisión de varios ministros, entre ellos el responsable del Brexit.
May se ha comprometido a seguir luchando y advirtió de que su hipotética destitución podría incluso retrasar la separación de Reino Unido de la UE o provocar una salida sin acuerdo, un paso que podría llevar a la quinta mayor economía del mundo rumbo a lo desconocido.
Incluso si se mantiene en el cargo, el nivel de oposición de los euroescépticos en sus propias filas conservadoras ha dejado en claro lo difícil que será la aprobación del acuerdo en el Parlamento.
"Tenemos a la vista un acuerdo que funcionará para el Reino Unido y, que nadie se equivoque, estoy decidida a que se haga realidad", dijo May en un discurso ante la principal patronal empresarial de Reino Unido, la CBI, con unos comentarios que fueron aplaudidos. "No estamos hablando de teoría política, sino de la realidad de la vida y los medios de vida de las personas".
"Mientras el mundo está cambiando rápidamente, nuestra geografía no lo está: Europa siempre será nuestro mercado de productos más próximo, y asegurarnos de que tenemos fronteras que fluyen libremente es crucial", dijo May, que destacó en particular la importancia de la industria automovilística.
"JUSTO Y EQUILIBRADO"
La UE tiene previsto celebrar una cumbre para discutir el borrador del acuerdo el 25 de noviembre. Según indicaron algunos medios, varios ministros euroescépticos del gabinete de May quieren reescribir partes del pacto, aunque los gobiernos de la UE lo descartaron.
El negociador de Brexit de la UE, Michel Barnier, dijo que el borrador del acuerdo es "justo y equilibrado" y ofreció una salida ordenada en marzo que formaría la base para un futuro acuerdo comercial.
May dijo querer que cualquier transición al Brexit -durante la cual Reino Unido seguiría siendo miembro pleno, menos por el nombre y los derechos de voto- esté concluida antes de la próxima elección nacional, prevista para 2022. La UE indicó que podría aceptar un ampliación de la transición hasta por dos años desde diciembre de 2020.
Barnier se reunió en Bruselas con ministros de los 27 gobiernos de la UE, en el marco de una iniciativa para completar una "declaración" separada y no vinculante sobre los planes para mantener una relación comercial y de seguridad con Reino Unido, que May podría acordar en una cumbre en Bruselas el domingo.
Diplomáticos dijeron que muchos presionaron para que los intereses nacionales sean incluidos: Francia, por ejemplo, sobre los derechos de pesca, o el reclamo de España sobre Gibraltar.
Los temas en los que hubo desacuerdo entre los 27 serán dejados de lado hasta que comiencen las conversaciones con Reino Unido el próximo año, agregaron. May dijo que visitará Bruselas para discutir la declaración antes del domingo.
Más de dos años después de que Reino Unido votara a favor de salir de la UE, aún no está claro cómo, en qué términos o incluso si saldrá como estaba previsto el 29 de marzo de 2019, y entre los líderes empresariales se ha extendido el temor a que Reino Unido pueda abandonar el bloque sin un acuerdo en vigor.
Los empresarios creen que una salida sin acuerdo debilitaría a Occidente, asustaría a los mercados financieros y colapsaría los canales comerciales.
Cuando se le preguntó acerca de la impopularidad del acuerdo entre muchos miembros de su partido, May dijo que los votantes deberían escuchar a las empresas. Sin embargo, los rebeldes en el Partido Conservador -según los cuales el acuerdo dejará a Reino Unido subyugado de manera indefinida a la UE- están intentando organizar una moción de censura contra May.
El presidente del Comité 1922 del partido, Graham Brady, dijo el domingo que no se ha alcanzado aún el umbral de 48 cartas de parlamentarios necesarias para el proceso. También indicó que si hubiera una votación, May ganaría. El diario The Sun dijo que los rebeldes deben sumar aún seis cartas.
(Información adicional de Elizabeth Piper, Kate Holton, James Davey y Alistair Smout en Londres; y Gabriela Baczynska, Jan Strupczewski, Alastair Macdonald y Robin Emmott en Bruselas; escrito por Michael Holden y Guy Faulconbridge; traducido por Silene Ramírez y Carlos Serrano)