Por William Schomberg y James Davey
LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, se reunirá el miércoles con el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, con el fin de buscar un acuerdo de consenso para el Brexit, una apuesta con la que la mandataria podría lograr el ansiado visto bueno del Parlamento a una salida acordada de la Unión Europea, pero que también podría romper su partido.
Después de que los diputados rechazaran tres veces el acuerdo del Gobierno de May con Bruselas, en un escenario de profunda división tanto en el Parlamento como en el Partido Conservador de May, la primera ministra dijo el martes que contactaría con Corbyn como intento para superar el punto muerto.
Aunque en un principio Reino Unido iba a abandonar la UE el viernes pasado, tres años después de que los británicos respaldaran el abandono del bloque en un referéndum, aún no está claro cómo, cuándo o incluso si lo hará.
May no pudo persuadir a un grupo de diputados euroescépticos de su propio partido de que respaldaran el acuerdo de divorcio que firmó con la UE porque argumentan que no supone una ruptura clara con Europa.
Con la decisión de May de solicitar otra prórroga breve respecto a la fecha actual del Brexit (12 de abril) para negociar el apoyo del Partido Laborista, que desea permanecer en una unión aduanera con la UE, parece más probable un Brexit "suave" en el que se mantendría a la economía británica estrechamente alineada con el mayor bloque comercial del mundo.
La libra subía el miércoles ante las esperanzas de un Brexit "más suave", tocando su nivel más alto desde el 28 de marzo.
"Personalmente creo que una unión aduanera es altamente indeseable", dijo el secretario del Brexit, Stephen Barclay, a la radio de la BBC.
"Es lamentable que lo que hemos estado diciendo durante varios meses se cumpla ahora, pero esa es la lógica implacable de no haber respaldado el acuerdo de la primera ministra".
La decisión de May de acercarse a Corbyn, un veterano socialista denostado por muchos conservadores y al que la propia May ha considerado inadecuado para encargarse del gobierno del país, aún plantea muchos interrogantes.
May no explicó por cuánto tiempo sería la nueva demora en el Brexit, simplemente señaló que debería ser "lo más breve posible y que termine cuando tengamos un acuerdo". La mandataria ha dicho repetidamente que no quería una extensión que obligara a Reino Unido a participar en las elecciones al Parlamento Europeo del 23 de mayo.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que el bloque debería ser paciente con Reino Unido mientras May intente encontrar un camino para salir del atolladero, pero que no estaba seguro de qué pensarían los líderes europeos de su petición.
De no haber cambios sustanciales, Reino Unido saldrá de la UE el 12 de abril sin un acuerdo, un escenario que sería del agrado para numerosos diputados conservadores pero que en opinión del mundo empresarial podría causar caos y un gran perjuicio económico.
Un grupo de legisladores británicos de varios partidos intentará el miércoles que se apruebe una legislación en el Parlamento para hacer imposible un Brexit desordenado.
¿QUÉ QUIEREN LOS LABORISTAS?
Antes de las conversaciones, May y Corbyn dijeron que no habría condiciones previas, pero es probable que haya dificultades para que los dos líderes encuentren una posición de consenso que pueda satisfacer a sus propios partidos.
"Esto no es un cheque en blanco", dijo Barclay.
Los conservadores han estado divididos respecto a Europa durante tres décadas, lo que ha llevado a la caída de tres ex primeros ministros: David Cameron, John Major y Margaret Thatcher.
Pero tampoco los laboristas están unidos. Corbyn, quien votó en contra de unirse al bloque en 1975, ha expuesto previamente una serie de demandas a May a cambio de darle su apoyo en el Parlamento.
"El Partido Laborista ha presentado nuestras propuestas para garantizar que haya una unión aduanera con la UE, acceso a mercados vitales y protecciones de nuestros estándares de los consumidores, el medio ambiente y los derechos de los trabajadores", dijo el martes.
Sin embargo, muchos partidarios de los laboristas quieren que el partido apoye un segundo referéndum, mientras que algunos diputados laboristas, que representan áreas que votaron a favor de abandonar la UE, temen que su postura sea considerada una traición a estos votantes tradicionales si no apoyan de manera decidida el Brexit.
ES UNA TRAMPA
"Pensé por un momento que la 'oferta' de May de anoche podría ser genuina", dijo Bradshaw, un diputado laborista pro-UE.
"Tras escuchar a Barclay (...) es claramente una trampa diseñada para tratar de lograr la aprobación del horrible acuerdo de May", escribió en Twitter.
Tampoco está claro en qué situación dejará al Gobierno minoritario de May este nuevo intento de lograr un acuerdo de Brexit.
La primera ministra ya había prometido renunciar si su acuerdo de retirada era aprobado por el Parlamento, aunque eso no logró persuadir a todos sus diputados para que la respaldaran, y su apertura a Corbyn ha alejado aún más a algunos conservadores.
"Necesita mirarse al espejo, y por el bien de nuestro país, nuestra democracia y el Partido Conservador tiene que irse ya", dijo el diputado Andrew Bridgen a Sky News.
El Partido Unionista Democrático, el pequeño partido de Irlanda del Norte del que depende May para tener mayoría parlamentaria, también recela de los nuevos planes.
"Queda por ver si subcontratar el futuro del Brexit a Jeremy Corbyn, alguien a quien los conservadores han demonizado durante cuatro años, terminará felizmente", dijo el Partido Unionista Democrático (DUP) en un comunicado tras el cambio de estrategia de May.
(información adicional de Elisabeth O'Leary y David Milliken; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)