Por Eric Kelsey
LOS ÁNGELES (Reuters) - Cuando los productores de la película "Mercury 13", un nuevo documental sobre las mujeres americanas que se entrenaron para volar en el espacio en la década de 1960, se disponían a dar a conocer su historia, no sabían hasta qué punto entrarían en juego los problemas actuales de la mujer.
Los cineastas británicos Heather Walsh y David Sington dijeron que la película adquirió nuevas dimensiones en asuntos como el salario igualitario y el acoso sexual en el trabajo.
"Sentíamos que estábamos haciendo algo que no era un tema histórico, sino que llega hasta nuestros días", dijo Sington en una entrevista antes del estreno de la película el viernes en Netflix (NASDAQ:NFLX).
Esta cinta cuenta la historia de 13 mujeres que superaron las mismas pruebas que hicieron los siete astronautas del proyecto Mercury de la NASA que fueron enviados al espacio entre 1961 y 1963.
Las mujeres, todas ellas pilotos, fueron evaluadas por William Lovelace, un médico que ayudó a desarrollar pruebas para el proyecto Mercury. Según la página web de la NASA, las pilotos hicieron las pruebas físicas para participar como astronautas en el proyecto financiado con fondos privados a principios de 1960.
Trece de las 25 mujeres fueron escogidas para el programa tras las pruebas físicas, que incluían aislamiento sensorial y una inyección de agua helada en el oído interno que provocaba vértigo. Pero esas mujeres nunca llegaron al espacio.
No fue hasta 1983 cuando la primera astronauta estadounidense, Sally Ride, llegó al espacio exterior, unos 20 años después de que lo hiciera la cosmonauta de la Unión Soviética Valentina Tereshkova.
Walsh dijo que "se dio cuenta" durante la producción de la película de lo importante que es la lucha de las mujeres de generaciones pasadas.
"Fue una oportunidad perdida muy trágica", dijo Sington. "El mundo sería mejor en tantos aspectos actualmente si las mujeres hubieran llegado a la Luna...".
(Información de Eric Kelsey; Traducido por Alba Calejero en la redacción de Madrid)