Por Tom Miles
GINEBRA (Reuters) - La organización sin ánimo de lucro Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que rechazaría toda la financiación de la Unión Europea y sus estados miembros en protesta por un acuerdo para frenar la llegada de inmigrantes y refugiados que la UE alcanzó con Turquía.
Bajo el acuerdo, alcanzado en marzo para frenar una entrada masiva que trajo a un millón de refugiados e inmigrantes a Europa en 2015, Turquía accedía a frenar la inmigración ilegal que entraba desde su territorio a cambio de compensaciones financieras y políticas.
Jerome Oberreit, secretario general de MSF Internacional, dijo que el acuerdo iba en contra de los principios fundamentales de dar asistencia a la gente que lo necesita.
"Esto es poner en peligro el concepto mismo del refugiado", dijo a Reuters en una entrevista el viernes.
Oberreit dijo que MSF, activo en zonas de desastre de todo el mundo, perdería 37 millones de euros de financiación de los estados miembros de la UE y 19 millones de instituciones europeas.
A corto plazo, cubriría el déficit de reservas de emergencia.
"Es importante poner la vista en la gente real en vez de en el fútbol político en lo que esto se ha convertido", dijo. "Estamos hablando de la vergüenza europea de los refugiados".
El portavoz de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, dijo que MSF no era un socio para la puesta en marcha de la ayuda humanitaria de la UE en Turquía y la decisión de MSF no afectaría a la ayuda humanitaria de la UE para refugiados en Turquía o a las operaciones de MSF que actualmente reciben fondos de la UE.
"En relación (...) con la legalidad del acuerdo UE-Turquía, la Comisión prefiere la interpretación de nuestros 28 estados miembros (...) y la de Naciones Unidas que están más cerca de nuestro análisis del acuerdo que del que MSF hizo hoy".
Muchos responsables de la UE reconocen en privado que las medidas tomadas para frenar la inmigración estaban al límite de la legalidad, pero también defienden la estrategia como un imperativo político después de que los votantes europeos hayan dejado claro su falta de voluntad de aceptar grandes cantidades de inmigrantes.
Oberreit dijo que el acuerdo con Turquía no solucionaba las deficiencias crónicas de la política de la UE, sino que simplemente externalizaba las obligaciones europeas.
También creaba un precedente que ponían en riesgo poner en marcha un efecto dominó global en el que otros países también diesen la espalda a sus obligaciones. "Está claro que manda el mensaje de que preocuparse de gente forzada a abandonar sus hogares es opcional, que puedes pagar por salir".