Por George Obulutsa
NAIROBI, 4 feb (Reuters) - El expresidente de Kenia, Daniel Arap Moi, quien mantuvo a su país en una posición relativamente estable durante su mandato pero que tuvo menos éxito a la hora de controlar la pobreza y la corrupción, murió el martes, según la oficina del presidente y su familia.
Tenía 95 años.
No había información disponible sobre la causa de la muerte de Moi, pero había estado entrando y saliendo del hospital con problemas respiratorios en los últimos meses.
Moi murió apaciblemente en el hospital a las 5.20 a.m. (0220 GMT) rodeado por su familia, dijo Gideon Moi, hijo mayor de Moi y heredero político que ocupa el cargo de senador.
Moi llegó al poder en 1978 tras la muerte del presidente Jomo Kenyatta, quien había sido vicepresidente hasta entonces. Permaneció en el poder hasta el final de 2002, cuando terminó su mandato constitucional.
Uhuru Kenyatta, hijo de Jomo Kenyatta, era el sucesor preferido de Moi en las elecciones de dicho año, pero perdió ante la oposición. Uhuru Kenyatta se convirtió en presidente en las elecciones de 2013.
Según diplomáticos, un intento de golpe de Estado en 1982 transformó a Moi, hasta entonces un líder cauteloso e inseguro, en un autócrata duro.
Logró mantener a Kenia relativamente estable en comparación con muchos de sus problemáticos vecinos y trabajó por la paz en la región.
Sin embargo tropezó en la economía, la cual retrocedió bajo su mandato, y no detuvo la profundización de la pobreza y la rampante corrupción.
Tras el intento de golpe de Estado de 1982, el único en Kenia, Moi reescribió la constitución para legalizar "de facto" un régimen unipartidista, y su formación, la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU), permaneció en el poder hasta 1991, cuando Moi cedió a la presión internacional para reintroducir la política multipartidista.
Sus críticos, entre los que se encuentran defensores de los derechos humanos, dicen que será recordado por permitir que se instalasen salas de interrogatorio en el sótano de la Nyayo House, un edificio del Gobierno en el centro de Nairobi que ahora alberga el departamento de inmigración.
(información adicional de Giulia Paravicini; Traducido por Tomás Cobos)